Ismael Estrella Guerrero
Hijo de su…
Y tanta seguridad, tanto esculque, tanto meter al bote a gente inocente tan sólo por el hecho de oponerse a los señalamientos de los policías, o porque les caíste gordo, por lo que sea, de que sirvió; finalmente una vida inocente cayó rendida ante las balas de un idiota, de un trastornado mental- no puede tener otros calificativos- que sintiéndose muy hombre por traer pistola fajada al cinto, dio muerte a una muchacha, al balear a otro joven, sencillamente porque le impidió el paso de manera accidental.
Los hechos ocurrieron en la plazuela Machado, mismo lugar que el sábado la policía municipal ya no dejó entrar a nadie luego que consideraron que estaba lleno de bote en bote y para evitar algún desaguisado, cerraron las puertas.
Eso sí, hubo muchas quejas del despotismo con el que actuaron, y pensando en eso, uno advierte que a lo mejor sería para que la gente tuviera algún miedo o se abstuvieran de hacer malandrinadas que repercutieran enormemente.
No fue así.
En la madrugada de este martes, un pelafustán armado cometió el peor de los agravios que puede cometer un ser humano… Quitarle la vida a otro y todo por una bobería, según los partes, ya que al caminar por la avenida Sixto Osuna, poco ante de llegar a la plazuela, se encontró con otra persona, que le chocó el hombro o algo así. Esto bastó para que encolerizado el machito con pistola, sin decir agua va, la sacó y la percutió varias veces para dejarlo herido y de paso una bala perdida le pegó a Cindy que así se llamaba la joven, para quitarle la vida.
Quizá horas antes les dijo a sus padres que al rato regresaba, que sólo iba a escuchar tocar a los Recodos.
Desgraciadamente no fue así.
Se supo que la Policía Ministerial, que no la municipal, detuvo al presunto responsable y está bajo recaudo.
Ojalá que después no salgan con cuentas mochas y digan que siempre no, que no era el culpable.
Y mientras tanto, los esculques, revisiones y demás abusos de los municipales continuaron- y siguen todo el año- en el sector carnavalero… Y en toda la ciudad si se descuidan.
El carnaval del 2011 fue el último hecho de sangre del que tengamos memoria en época de carnestolendas, cuando asesinaron a cinco personas que se encontraban en estacionamiento del antro llamado Antares, pero que las autoridades, en este caso el entonces alcalde Alejandro Higuera declaró que fue un hecho fortuito, que no era parte del carnaval y que por ende no podían colgarles el “santito, aunque el hecho ocurrió la avenida del Mar, justo por donde pasa el desfile de los domingos y martes.
Y esas son las consecuencias de lo que estamos viviendo actualmente, en el que otros cometen desaguisados increíbles, como las marchas en favor del “Chapo” Guzmán, o por los desagravios del carnaval, en fin.
Por lo pronto, llega el miércoles y con él, el término de las fiestas; es día de que le pinten la cruz en la frente con ceniza, según la tradición católica para dar inicio a la cuaresma, otra temporada de plácemes para quienes se dedican al turismo y de maldiciones para quienes vivimos en Mazatlán, por el pandemónium que esto trae consigo.
Ah, pero no es todo, en cuanto pasa la semana santa le sigue la semana de la moto y después…
Después ya veremos.
ismael.estrella@live.com.mx