*Es adrenalina y desafió a la naturaleza
*Se requiere mucha preparación
El surf es un deporte extremo, es adrenalina, es fortaleza, libertad, como un jinete domando a un caballo, no cualquiera es un buen surfista, se requieren meses de preparación y constancia de subirse una y cien veces a la ola, dice Alfredo Cortés, quien desde joven se inició en este deporte.
A sus 50 años afirma que no es un asunto de nivel o de estatus, sino de aventura, pero no desafió al mar, sino montar la ola con mar picado porque es cuando la cresta se hace más grande y la ola alcanza más altura y viene una tras otra de un mar incansable.
En la entrevista con Sinaloa en Línea.com reconoce que muchos jóvenes ha muerto bajo las olas, porque, a veces, algunos bajo los influjos de alguna droga se sienten los “reyes de las olas y no miden los riesgos y peligros; una ola que revienta te puede golpear, dejar inconsciente o lanzarte contra una piedra y desmayarte a merced del fuerte oleaje”.
Para ser surfista se necesita cierta condición, dominio de la tabla, cuándo y en qué momento “tomar la ola, dejarte llevar y remar fuerte, luego en un salto estar en la tabla y navegar con la libertad de la propia fuerza de esa inmensa naturaleza”. Con el surf aprendes a respetar la naturaleza, dice también.
La mayoría de los surfistas de Mazatlán conocen las playas, saben dónde están los riesgos, los peligros, las piedras, las corrientes, los hoyos, remolinos y todo aquello que te obstaculice una buena “surfeada”.
Este deporte te relaja, te mantiene en forma y los pulmones se hacen más fuertes; en determinados momentos todos tus músculos están en funcionamiento, en tensión emocionante de la ola que viene y que no la debes dejar pasar.
Cortés, a quien le apodan “El Pito”, es tranquilo y sus 50 años no se reflejan en su cuerpo ni en su rostro, parece más joven; trabaja en una oficina de gobierno y cuando puede “se escapa” a su pasión que es el surf; tiene miles de fotos y algunos videos.