Son 16 delincuentes, cuatro elementos de seguridad y dos civiles.
La mañana de este lunes el gobierno del Estado de Coahuila informó sobre el fallecimiento de un delincuente más luego de los enfrentamientos registrados el pasado sábado, por lo que la cifra asciende a 16 agresores sin vida. El gobernador Miguel Ángel Riquelme informó que hay dos detenidos.
De igual manera se indicó sobre el rescate de un menor, sumando en total cinco. La cifra de vehículos decomisados pasó de 17 a 25.
En tanto se mantiene el número de elementos de seguridad fallecidos en cuatro, así como el de civiles en dos y seis elementos de seguridad heridos.
Riquelme también identificó al cártel del Noreste como el grupo que provocó los hechos violentos del sábado. Según mencionó, ese grupo busca expandirse a Coahuila, pues operan en Tamaulipas.
«Los dos detenidos refieren que iban a pegar y regresarse a Nuevo Laredo», dijo el gobernador de Coahuila sobre lo ocurrido en Villa Unión, en entrevista con Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula.
Riquelme Solís mencionó que es muy compleja la vigilancia dentro del territorio, por la ubicación geográfica tan extensa que tiene Coahuila. Dijo que no solo son las brechas existentes, sino que cada día de construyen nuevas brechas derivado de lo extenso del territorio.
Villa Unión, un día después del terror
Un día después de vivir horas de terror y angustia en el municipio de Villa Unión, el escenario de guerra del sábado por la tarde comenzó a cambiar. Mas no el temor entre sus pobladores, quienes poco a poco comenzaron a salir de sus casas, a observar lo sucedido o reunidos en las esquinas y realizar el recuento de daños.
Contrario a lo encontrado la tarde del sábado, este domingo al mediodía las calles ya se encontraban prácticamente despejadas, pues los vehículos utilizados por civiles armados y las corporaciones de seguridad durante el enfrentamiento y que quedaron dañados, fueron retirados con el uso de grúas.
Sobre la calle Hidalgo, avenida principal, se pudo observar a los vecinos que se reunían en el exterior de algunas viviendas, otros se reunieron en algunas de las esquinas y desde allí observaban las maniobras para retirar los vehículos. A la vez que conversaban su experiencia durante las horas que duró el enfrentamiento.
Una joven que presentaba un avanzado estado de gravidez no pudo ocultar el temor que aún vivía. Su rostro desencajado y con la sensibilidad a flor de piel, no pudo evitar las lágrimas al preguntarle si estaba bien y dónde estaba cuando ocurrió el enfrentamiento.
Con sus manos rodeando su vientre, sus ojos llorosos, mirando de un lado a otro, manifestó que se encontraba en su casa con su madre y sus dos hijas pequeñas, quienes se tiraron al piso y padecieron la angustia y el temor de que las balas atravesarán las paredes.
Metros más adelante, un grupo de vecinos se reunió en el patio de un domicilio donde prácticamente se registró otro de los enfrentamientos y donde fue localizado un vehículo artillado y con un arma de grueso calibre.
En la banqueta de dicha vialidad, un rastro de sangre muestra el recorrido que realizó una persona herida. Otros vecinos, comenzaron a acercarse al lugar donde quedó el vehículo mencionado y comenzaron a tomar imágenes con su teléfono celular. Avanzando sobre la avenida principal, aún se observan casquillos sobre la carpeta asfáltica pero en menores cantidades que un día antes.
Al observar con detenimientos, muchas casas y comercios cercanos a la avenida principal dan testimonio de lo sucedido, pues en sus fachadas, paredes y ventanas, se pueden observar los impactos de bala.
Una comerciante del lugar mostró los daños en su negocio, del cual no se percató hasta este domingo. Una gran sorpresa se llevó al percatarse que algunos proyectiles atravesaron la ventana y causaron daños en el interior. Cuadras más adelante, en la parte posterior de la plaza Gigedo, otra tienda resultó con daños en su fachada e inclusive quedó incrustado un proyectil en el marco del ventanal del negocio.
«Era una pesadilla. Mi hermana y mis sobrinos estaban muy descontrolados. Los que andábamos en ese momento juntos éramos cinco, eran dos sobrinos y éramos tres hermanas; una de ellas se descontroló muchísimo. Yo estaba muy fortalecida en Dios, jamás perdí la calma, yo tenía mucha fe en Dios de que todo iba a estar bien, empecé a orar, empecé a pedir por la familia que nos dio alojo», relató una vecina de Villa Unión.
Continuando con el trayecto, al llegar al edificio de la presidencia de Villa Unión, los detalles comenzaron a surgir. Además de los impactos de bala en la fachada y en los ventanales del inmueble, las bancas en la explanada mostraban lo ocurrido. Es en la esquina de la calle Hidalgo entre Matamoros y Cuauhtémoc, sin embargo, esa imagen solo era una parte de lo ocurrido.
En la parte lateral y posterior de la presidencia, por la calle Cuauhtémoc, se pudo observar la magnitud del ataque al edificio del Ayuntamiento de Villa Unión, pues desde todos los ángulos se podían observar los impactos en el lugar y los daños causados en ambulancias, patrullas y autobúses de pasajeros.
La fachada del registro civil tampoco se salvó de los impactos. Metros más adelante, hacia la calle Morelos, paralela a la Hidalgo, también entre Cuauhtémoc y Matamoros, las viviendas y comercios de dicho sector daban muestras de otro punto de enfrentamiento.
«Vi que había camionetas de un lado y camionetas de otro lado y se gritaban ‘si me tiras te tiro’ y luego comenzaron a disparar», relató un otro testigo.
Lo anterior ocurrió sobre la calle Morelos norte, casi esquina con Matamoros. Las fachadas de las casas y de la carnicería Vázquez no dejan duda de las palabras del testigo. Los impactos se observan a simple vista, dejando huecos en la pintura y hoyos en la pared. El ventanal de la carnicería completamente dañado por los disparos, es testigo silencioso del enfrentamiento.
De regresó a las instalaciones de la presidencia de Villa Unión, se pudo apreciar el arribo de personal del Gobierno del estado de Coahuila, quienes comenzaron con el levantamiento de un censo de las viviendas y comercios que resultaron dañados durante el enfrentamiento. Además de lo correspondiente al edificio de la presidencia municipal, pues se prevé que el lunes inicie su reconstrucción.
Conforme a los testimonios de algunos de los vecinos de Villa Unión, se refiere que fueron diversos los enfrentamientos, aunque coincidieron que iniciaron en la plaza principal y después se trasladaron a la plaza Gigedo.
«Empezamos a oír que venían varias camionetas, nos asomamos y eran aproximadamente 15 camionetas con las iniciales CDN (Cártel del Noreste) e iban gritando ‘¡arriba el Cartel del Noreste!’ y pues nos metimos. Pasaron, no sé cuántos minutos pasarían, llegaron como unas ocho camionetas de los GATES atrás de ellas y empezó la balacera y ya nos resguardamos, ya no alcanzamos ver pero sí estuvo mucho tiempo la balacera, dos horas, y luego empezaron a llegar más camionetas de la Policía Militar, la Estatal, muchas camionetas», relató un vecino.
Por la calle principal de Villa Unión pudo observarse en diversas ocasiones la presencia de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), de la Policía Federal (PF) y de la Guardia Nacional, además del paso constante de una grúa que transportaba algunas de las unidades que fueron retiradas de las calles y que escoltaba una patrulla del municipio de Sabinas.
De regreso a Piedras Negras, se pudo apreciar de nueva cuenta a personal de la Guardia Nacional en la carretera que conduce a Nava. Mientras que en la entrada a Piedras Negras, se observó también el incremento de elementos de seguridad y la revisión de unidades con la participación del Ejército Mexicano.
Cifras
Hasta el momento los datos oficiales son:
*16 delincuentes abatidos.
*Cuatro elementos de seguridad fallecidos.
*Dos civiles fallecidos.
*Cinco menores de edad rescatados.
*Seis elementos de seguridad heridos.
*Se han decomisado 25 vehículos.
Fuente: El Siglo de Torreon