SUCESIÓN EN LA UAS: “Hoy no se fía”, dijo Cuen a Rubén Rocha, y puso a su propio rector

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FRANCISCO CHIQUETE

Vamos a cogobernar el estado, había dicho Héctor Melesio Cuen a propósito de su alianza con Rubén Rocha. Por eso parecía posible una apertura que por fin llevara a un no cuentista a la silla del rector de la UAS, pero no hubo tal. El presidente del PAS actuó a la segura y colocó a su hombre más cercano en la baraja uaseña.

Era lógico, pero la inclusión de un rochista en la terna de cuatro aspirantes hizo pensar en que iban en serio este matrimonio y la mancomunidad de bienes. Pero Cuen dijo como en los matrimonios modernos: lo tuyo es mío y lo mío no es tuyo.

Nadie puede negar que la alianza de Héctor Melesio Cuen con Rubén Rocha Moya v en serio y que de ganar la elección de gobernador, puede llegar muy lejos, concentrando el Poder Ejecutivo, eventualmente el Legislativo, manteniendo su control actual sobre el Judicial, y como cereza del pastel, la administración de la UAS para dar consistencia a las pretensiones de una sucesión pactada en el 2027.

Pero eso es a futuro y Cuen, hombre pragmático, no quiso vender de fiado.
Haber dado la oportunidad de que Santiago Inzunza Cázares, colaborador y pariente de Rocha, se sentará en el trono universitario aún con todos los controles e instrumentos de gobierno en manos del Cuenismo, habría equivalido a abrir una puerta para el acceso de una corriente distinta. Aliada, pero distinta, sin tener la certeza absoluta de que llegarán la secretaría general de gobierno, la Sepyc, la conducción del Congreso y los altos puestos de los ayuntamientos que se fuesen a ganar conjuntamente.

Por supuesto, no es desconfianza en Rocha, sino la natural prevención que provoca un proceso electoral que como todos los de estos tiempos, es de resultados inciertos y caprichosos.
Jesús Madueña ha sido un elemento absolutamente plegado a las disposiciones de Héctor Melesio. Aspiró a ser sucesor de Víctor Antonio Corrales Burgueño y aguantó vara cuando le dijeron que no. Fue secretario general nuevamente con Juan Eulogio Guerra Liera y volvió a aceptar el descolón cuando escogieron a éste para que se reeligiera. No se pueden pedir mayores pruebas de fidelidad, de obediencia ciega: AMLO pide apenas el 90 por ciento, y Madueña ofrece el 100, y más, si fuese necesario.

Si el anuncio de cogobierno en el estado fue para los morenistas y sobre todo para los rechistas que todavía no asimilan el desplazamiento, el letrero de “hoy no se fía” que se colocó sobre la silla del rector, se dirigió a Rocha: estamos dados, pero no es por ahí.
Por cierto el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación dio este viernes un severo golpe al valor de los servicios del PAS a Morena.

El acuerdo entre los partidos no sólo era sobre la expectativa de votos soportables y el uso de la estructura pasista, a la que el candidato Rocha consideró mejor que la de Morena. Fue también para que a través de la “propuesta” del PAS, se vencieran las resistencias internas a las candidaturas del Químico Benítez en Mazatlán y de Estrada Ferreiro en Culiacán. El Partido Sinaloense fue el aguamanil en que Rocha se lavó las manos y proclamó inocencia, pero la decisión del tribunal hizo innecesario el triste papel que asumió el propio Melesio al proclamar como suyas las postulaciones que hoy ya son sólo de Morena.

Por supuesto que no hay campaña electoral sin tropezones, pero cuando se presentan en la recta final son más dolorosos. Y ni qué decir de expresiones de desconfianza como esta de “Hoy no se fía”.