Días antes de que se instalara el Congreso de Exportadores Mexicanos en el Centro de convenciones, ya se había colado la “especie” de que el dueño de Su Karne sería galardonado por el presidente Peña Nieto, por ser un primus interpares en materia de vender productos de ganado vacuno allende nuestras fronteras. Este premio retrató a Sinaloa como una entidad enterrada en el sector I de la economía. Mala cosa, muy mala….
Pero en este caso como en otros, nadie discutió el mérito de Jesús Vizcarra en las lides de la exportación, aunque uno que otro especuló el cómo se había hecho rico. Los maliciosos de la farándula política empezaron a buscarle tres pies al gato debajo de la falda del prometido galardón. Y como no son lerdos en ese tipo de menesteres, de inmediato sentenciaron: Enrique Peña Nieto viene a “palomear” a Chuy Vizcarra para la “gubernatura que viene”, dijeron. Y completaron: Y para acabarla de acabar en presencia del ex contendiente Mario López Valdez, lo cual significaba una falta de respeto para el góber, por decir lo menos.
Esta conclusión tenía dos inconvenientes para ser creíble. 1.- Que en la otra venida del Presidente había palomeado a David López, su coordinador de Comunicación Social, porque iba a ser lo mismo ahora con Vizcarra, además tan lejos de la elección del 2016. 2.- Que Peña Nieto no otorgó el reconocimiento a Vizcarra Calderón, él simplemente fue el conducto para entregar ese galardón. Por lo demás Peña Nieto no escogió Mazatlán para este Congreso de Exportadores, sino los directivos de la COMCE. En fin, la chifleta de los Oráculos de Delfos no checaba, la verdad no cuadraba.
ME ENGAÑARON CON LA VERDAD.
Pero como todas las buenas percepciones el rumor se me hizo verdad con el curso de los días. Tres días antes empecé a recitar lo del destape de don Jesús, el Carnicero, con Mayúscula. Y empecé a hilar este affaire con los devaneos del dedo elector que tanta certidumbre nos trajo en los tiempos de la Presidencia Imperial, porque hasta los fraudes patrióticos que nos endilgó fue por el bien de la soberanía nacional. Estos malos pensamientos eran producto de la contaminación cerebral que me habían prodigado aquellos que suelen ver moros piloteando los toretes de Su Carne.
Pero debo decir como atenuante al cotilleo de los rumorólogos que no era la primera vez que caía en estos desvaríos: es que nada me han enseñado los años/siempre caigo en los mismos errores. Mi abuela me decía que cuando algo se me metía a la cabeza no daba un paso atrás ni siquiera pa’ tomar impulso. Y con esa febril barbaridad llegué al Centro de Convenciones. Y ni tardo ni perezoso empecé a buscar a Don Jesús Vizcarra Calderón para entrevistarlo. Era difícil encontrarlo los salones como los pasillos estaban a reventar.
Pero tenía la fe de localizarlo entre la multitud simplemente por su sonrisa. Me parece que fue ayer cuando en los debates entre MALOVA y él, que por cierto ambos parecían estatuas de lo tieso que se ponían porque le tenían terror al micrófono. Recordemos que en ése toma y daca Jesús solía terminar cada rollo con una sonrisa nerviosa que enseñaba unos dientes relucientes, que con un poco de imaginación podría haberse pensado que estaba anunciando la pasta Colgate. No sé qué asesor le hizo cometer esos desfiguros.
LA BUSQUEDA SE ENCONTRÓ CON MIS DOBLES EN MATERIA DE DESVARÍOS.
Caminé como un desempleado en busca de trabajo y nada, don Chuy no estaba en ninguna parte, hasta ese momento se había vuelto invisible. Enajenado como andaba y con los pies hinchados, colegí que era un perfecto idiota, pues si las cosas eran como me habían dicho los rumorólogos, entonces el galardonado venía de chilangolandia junto con Peña Nieto en el viejo
avión en que viaja, porque no se anima a comprar uno nuevo por culpa de las diatribas de una izquierda que suele aferrarse a las verdades del siglo XIX.
Pero perdidas las esperanzas, que no la fe, empecé a ver las reacciones de los políticos; bueno de algunos políticos porque ese día había una bastedad de ellos al punto que parecían hormigas antes de la lluvia. Había sólo dos tipos de gestos de los políticos. Panistas, perredistas y pretensos priístas andaban cejijuntos, con el bigote avinagrado, la cara larga y los ojos relumbrosos como si hubieran llorado a carcajadas su infortunio en lo oscurito. Y una manada de priístas, que se había quedado sin chamba cuando arrollaron a Vizcarra andaban con una sonrisa de oreja a oreja. Andaban más lurios que el loco Medardo de Alhuey de Angostura municipio.
Empezamos a preguntarles a los enojados. No se vale, dijo un malovista, que el presidente se venga a reír otra vez del Gobernador, pues ya había hecho con David López y ahora le va a poner a Jesús Vizcarra enfrente. A lo mejor lo quiere matar de un susto. No vale, dijo Cuen, que el presidente venga a premiar a Sinaloa al que va arriba en las encuestas, es un… -No me acuerdo lo que dijo. Y continuó el jefe del PAS: Pudo haberlo Premiado a Vizcarra en otro Estado y en otro momento. Se le vió Diplomático, pero muy encabronado allá en el fondo de su alma. Martín Heredia y Martín Pérez señalaron que esta premiación tenía connotaciones políticas. Y así por el estilo todas las críticas al Presidente las hicieron con estilo, pero había que haberse asomado a su corazón para ver visto lo que verdaderamente estaban sintiendo.
Y LOS PERIODISTAS FUERON LLAMADOS AL CORRALITO
Ya adentro se formaron tres estancos: los ricos exportadores y los políticos más encumbrados. Separados por una valla, estaban algunos ricos que producen para el mercado interno y políticos de medio pelo. Separados por otra valla estaban los periodistas. Todos estos compartimentos eran vigilados por el Estado Mayor para que nadie osara ascender a donde podía conseguirse una buena chamba o de perdida una promesa de buena chamba para el tiempo de las calendas griegas. Pero a mí me encabronó esta discriminación, porque yo andaba buscando a Vizcarra, y del corralito a donde había sido confinado apenas podía verlo a través del montón de políticos y empresarios que se arrimaban a saludarlo y abrazarlo, porque saben que cuando el río suena agua lleva.
Cuando dijeron todos a sus lugares que esta por arribar a este recinto el Presidente Enrique Peña Nieto, la parvada de saludadores de Vizcarra tomaron las de Villadiego. Vizcarra se quedó momento parado y a lo lejos pude percibir su sonrisa Colgate que todavía le acompañaba. La llegada de Peña Nieto fue con la de Rock Star. Todos querían saludarlo, fotografiarlo, fotografiarse con él y una que otra muchacha hasta quiso besarlo. Y yo me dije que el profe Santamaría tenía razón en críticar la alienación del pueblo, porque estás actitudes cortesanas eran para un funcionario que andaba en un 40% de rating. Así como pues. Me dije que con estas posturas tan obsecuentes jamás habría revolución, y luego me desdije porque me acordé del desastre en que se ha convertido la Revolución Bolivariana.
Y el mitin comenzó, porque el periodista Riva Palacio asegura que el Presidente después de las Reformas, ha empezado una febril campaña porque el 2015 habrá elecciones de medio sexenio y… MALOVA fue el primero que se echó un rollo, habló de la visión estratégica del Presidente y de las exportaciones, pero como el discurso estaba mal hecho y peor acomodado, no le pude seguir la huella, pero entonces me centré si éste desde su atril le echaba miradas matonas a Vizcarra y si el dueño de Su Karne se las devolvía. Sólo se encontraron tres veces con los ojos, y ambos se voltearon para otro lado como diciendo me vale…. Lo que sí es cierto es que MALOVA andaba desconcertado, seguramente a ello debieron las pifias que tuvo al leer el discurso. Por
fortuna no dijo una costra porosa; perdón una cosa por otra, como ocurre en estos casos de apremio, y que Freud consignó en su ensayo Psicopatología de la Vida Cotidiana.
CIFRAS, FELICTACIONES Y SALAMERÍAS
Luego siguió un personero de la COPARMEX y otro de la COMCE. Cifras y más cifras, y en medio de ellas ambos dibujaron futuros halagüeños en materia de exportación para México, como si sólo los exportadores fueran los únicos que viven en este país, un país que no crece aunque lo estiren con tirabuzón. Bueno sería que el Jefe de Gobierno del DF, acelerara su campaña para que se concretara un aumento del salario mínimo. A pesar de estas disquisiciones, porque lo son, no apartaba mi vista de MALOVA, quería percibir los calores que estaba sudando y exsudando; pero tampoco perdía de vista a Vizcarra, que para esos momentos se veía relajado, como queriendo cantar una canción de José Alfredo: Que bonita es la venganza/cuando Dios nos la concede/ yo sabía que en la revancha….
Terminó la Burguesía de hablar, como dijo un periodista de izquierda, y se vino lo bueno. Por fin se encontrarían frente a frente Mario López Valdez y Jesús Vizcarra Calderón, después de tres años y de tantas descalificaciones que se habían hecho en la campaña; pero ahora el primero en franco declive de su rating como gobernador y el segundo marcado como favorito en las encuestas para sucederlo como gobernador. El momento era por demás embarazoso. Peña Nieto y sus secretarios y algunos exportadores bajaron del presídium, y un poco debajo de él, a lado izquierdo, aquellos se alinearon para entregar los premios a los galardonados, por supuesto entre ellos estaban Peña Nieto y Malova.
Pasaron varios exportadores virtuosos y les entregaron su reconocimiento, pero nadie, bueno casi nadie, se fijó bien a bien quiénes eran y por qué los premiaban, a pesar que el maestro de ceremonias hacía el esfuerzo por explicar ambos aspectos. Todos teníamos los ojos más acá de las exportaciones y de quiénes eran los mejores en esa materia este año de 2014. Todos, en efecto, estábamos concentrados en el posible encontronazo entre Vizcarra y MALOVA. Por fin después de varios premios y premiados, llamaron por el micrófono a Jesús Vizcarra Calderón y el Centro de Convenciones enmudeció… La adrenalina se nos congeló, pero no las ganas de saber qué iba a pasar, porque somos más mitoteros que los periódicos amarillistas.
…TAN TA RA RÁN…
Vizcarra fue llamado a través del micrófono. Se levantó tranquilamente, tomó del brazo a su mamá y ambos enfilaron a recibir el galardón. Su paso fue suave, o al menos así los vimos nosotros: parecía que levitaban. Desde el lugar donde se encontraban hasta llegar a dónde se encontraban los que repartían los premios, nos pareció una eternidad, una eternidad que nos permitió mirar los gestos, sutiles por cierto, en la cara de MALOVA y también la cara de satisfacción y un poco picara de Peña Nieto….
El resto véalo en el excelente video de Sinaloa en Línea que compusieron Francisco Chiquete y Mahatma Millán, porque si una imagen dice más que mil palabras, muchas imágenes contextuadas por un discurso inteligente, lo dicen todo y mucho más. Vea, pues otra vez el video VIZCARRA-PEÑA-MALOVA.
Después de ese momento me quedé cavilando, y ya en mi casa, su casa, me puse a escribir lo que leyó, porque creo que no andaba tan mal en mis predicciones, por al menos el evento “Solo en el aplausómetro dio alguna muestra de carácter político”, como indica con tino Francisco Chiquete. Porque, en efecto, Jesús Vizcarra se llevó dos aplausos prolongados, quizá por eso Juan S. Millán, que todo lo presiente, no fue a la culminación del Congreso de los Exportadores Mexicanos. Genio y figura.