Oswaldo Villaseñor
Efectivamente la votación al presupuesto de egresos para Sinaloa fue puro trámite. Los acuerdos en torno a las reasignaciones, se dieron al seno de las mesas de análisis y al seno de la comisión de Hacienda.
Eso sí, la línea y la directriz se dictó desde la ciudad de México por parte del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador. Todo lo demás, fue ya la buena voluntad que existió por parte del Gobernador Quirino Ordaz y la líder del Congreso Graciela Domínguez para mover las reasignaciones originales.
El resto de la chamba la hicieron los diputados.
Y es que después de tres semanas de intensos jaloneos entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo y después de llegar a acuerdos con logros y daños compartidos, por fin, se aprobó el presupuesto de egresos para 2019 y Sinaloa tendrá ahora sí su presupuesto legal una vez publicado por el Ejecutivo.
De hecho tal y como lo adelantamos ayer en nuestra columna, fue poca la discusión que se dio en torno al dictamen presentado ante el Pleno por parte de la Comisión de Hacienda y que contenía los acuerdos alcanzados por la líder del Legislativo y el titular del Ejecutivo.
Tan fue de puro trámite, que el presupuesto se sacó con votación unánime de los 40 diputados quienes incluso ninguno de ellos se anotó para subir a tribuna a emitir un posicionamiento a favor o en contra del nuevo dictamen del presupuesto y así fue aprobado en lo particular.
Eso sí, efectivamente -tal como lo adelantamos en nuestra columna de ayer- lo interesante estuvo en la postura de los grupos sociales que no fueron beneficiados en la forma como pensaron sucedería.
Las tribunas estaban llenas a reventar y las gentes de sectores sociales como trabajadores del sector Salud, Educación y otros más en sus pancartas traían leyendas de exigencia a tener un presupuesto con carácter social y donde se beneficie a la gente.
Finalmente y tras la aprobación unánime por parte de los 40 diputados, quienes no lo aprobaron del todo fue precisamente la gente que se encontraba en las tribunas del Congreso. Unos apoyaron y otros protestaron, pero el saldo al final se vio como positivo.
De ahí para allá, todo estuvo bien y tal y como lo afirmara el líder de la fracción priista Sergio Jacobo, no hubo vencedores ni vencidos. El costo o los daños, así como los logros o cumplimiento se repartieron en partes iguales.
La fracción Morenista del Congreso quien tiene su control, se quedó y podrá cumplir la mitad de las peticiones plasmadas en las primeras reasignaciones aprobadas, mientras que el Gobierno recuperó cuando menos la mitad del recurso que inicialmente le habían etiquetado los diputados.
En fin, el presupuesto salió avante y en el Congreso por primera vez se vio algo que no se había visto hasta el momento. Voluntad para llegar a acuerdos y los hubo por unanimidad.
De hecho, su líder Graciela Domínguez fue lo que más ponderó en su postura pública, esa disposición al diálogo que por fin existió entre ambos poderes y que fue lo que permitió sacar un presupuesto por unanimidad.
Veremos si este buen entendimiento entre ambos poderes perdura o si en otros temas álgidos que ahí vienen ya como es la revisión de la cuenta pública o el informe que emita la titular de la ASE los vuelve a confrontar.
Por lo pronto, ya hay presupuesto y salió por unanimidad.
Así sin quitarle ni ponerle
Habrá que estar pendientes.
PASO A PASITO.-Fructífera la gira de trabajo que realiza por España el Gobernador del Estado Quirino Ordaz quien por lo pronto ya trae en la bolsa un acuerdo con el grupo hotelero RIU para invertir en Mazatlán 40 millones de dólares en la ampliación de la oferta de cuartos.
OTRO PASITO.-¿Qué ha pasado con la designación del nuevo dirigente de Morena en Sinaloa?.
¿Por qué Yeidckol Polevsnky aún no toma la decisión de quien será quien encabece la coordinación que se habrá de nombrar mientras se da el revelo estatutuario para nombrar a su nuevo presidente.
Se dice que el choque de grupos no lo ha permitido.
Por un lado Rubén Rocha Moya quiere el control de este partido y poner una gente identificada con su proyecto.
Por otro lado, Merary Villegas, algunos diputados locales y alcaldes también aspiran a tener el control de dicho partido.,
Y además hay que agregarle que hay hasta el momento dos figuras externas que quieren llegar a Morena por la puerta grande y quieren la dirigencia estatal.
En fin, la lucha por el control del partido no es para menos. Tan solo en Sinaloa ejercerá un presupuesto de casi 50 millones tan solo este año que serán de gran ayuda para crear una estructura que quien la tenga alineada a su favor, tendrá un paso adelante en la lucha por la candidatura al gobierno de Sinaloa en el 2021.
Es más trasciende, que hay hasta ofertas de 10 millones de pesos por la dirigencia estatal. Bueno, no se vaya a pesar que la quieren comprar, sino se habla solo de un donativo para apoyar al partido.
Ya veremos dijo el ciego y cuando se tendrá dirigente en Sinaloa.
