- Químico es déspota, acusan
- A dónde vamos con AMLO?
- Monreal no se achica
QUÍMICO ES DÉSPOTA, ACUSAN
Muy duras y enérgicas las palabras de Jorge Contreras, quien fuera secretario particular, director de Comunicación Social y después el responsable de Operadora de Playas de Mazatlán en el gobierno del químico Luis Guillermo Benítez. “Es un gobernante que tiene que pensar antes de actuar; él tiene problemas linguo-cognitivos”; no conecta el lenguaje con el cerebro, expresó en la entrevista con nuestro reportero.
Reconoció que trabajó muy a gusto en varias áreas de gobierno que le encargó el munícipe, pero que ese “permiso federal” de construcción de un proyecto de tres escaleras de concreto y un parador fotográfico en Paseo Olas Altas se salió de la esfera de lo municipal porque había que obtener un “permiso federal” de Semarnat para construir en área de playa. No pudo finalmente y entonces dice que el químico lo echó a “patadas” y así, pues cualquiera que se enoja.
A sus males con el alcalde también le achacan que no trabajó en la campaña política por la reelección y que también por ahí vienen la otra parte de las represalias.
Afirma Contreras que buscó de varias maneras lograr el “permiso federal” por lo del impacto ambiental en playas y que hasta modificó el proyecto original de escaleras de concreto por de madera y removibles, pero ni así pudo lograr el permiso después de batallar un año.
Así que llegó un “nuevo director” con un cerrajero para echarlo de la oficina, mientras Contreras buscó su liquidación que tampoco quiso concederle el alcalde Benítez Torres. Hoy, ya hay una demanda laboral por medio de un bufete de abogados.
En la entrevista dijo que el alcalde Benítez “traicionó su amistad, porque no le dio la cara; hay que tener cortesía política; educación y comportamiento armónico, por qué las cosas a patadas?…
Antes, aclara, hubo una denuncia ante la Síndico Procuradora Elsa Isela Bojórquez por “acoso laboral, psicológico y discriminación”, porque durante diez meses el alcalde lo estuvo “sentenciando de correrlo y presionando en su trabajo”.
A DÓNDE VAMOS CON AMLO?
“¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”.
Así de ambigua, pero también de profunda por la interpretación facciosa que se puede dar a la pregunta para enjuiciar sin misericordia alguna a los Ex presidentes de México. Sin defender los presuntos delitos de corrupción de los Ex mandatarios: Carlos salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, esta consulta popular tiene desde el principio el peor tufo de “venganza” política contra personajes que pasaron a la historia en la figura presidencial, pero ahora se les quiere ver como lo más deleznable de un país.
Así se medirá en su momento al propio Andrés Manuel López Obrador sobre la inseguridad nacional, la violencia del narcotráfico, la ramificación de los cárteles, el desplome de la economía, el desempleo y la calidad de vida, la pulverización de la política a favor de un “neo-PRI” en Morena como partido único, hegemónico y autoritario, de la corrupción familiar con sus hermanos (con Pio y Martín López Obrador) recibiendo bolsas de dineros o de otros familiares, como los hijos, traficando con las influencias u otra parentela con los cargos de elección popular?
La consulta popular para el primero de agosto está siendo manipulada desde el propio poder presidencial para enjuiciar a los Ex Presidentes, operada desde la Secretaría de Gobernación, la Suprema Corte de Justicia de la Nación y con un Instituto nacional Electoral (INE), para “darle la credibilidad” necesaría a los ojos de los millones de mexicanos y de la eventual crítica mundial que ya hace escarnio de un gobierno y un Presidente de la República que pareciera que no tiene problemas nacionales más importantes que distraer a la gente en su “arrabiada” lucha contra la corrupción.
México sigue en manos de un Presidente vengativo y autoritario y un partido en Morena sobrado de excesos que pretenden imponer una nueva “tiranía perfecta” con un pueblo acrítico entregado a un “Mesías” que no importa a donde nos lleve.
El periódico francés Le Monde, el más influyente en Europa, publicó este fin de semana que en México llega una “mafiocracia” con un gobierno federal sin control en los cárteles de la droga y que, en “peligrosas relaciones” con partidos políticos y el mismo poder de todos los niveles, se entronizaron en las elecciones federales e impusieron candidatos. Cuál será el costo para el país?
MONREAL NO SE ACHICA
Pese a que el Presidente de la República de manera deliberada no lo toma en cuenta, el senador Ricardo Monreal no se achica y sabe que su crecimiento político de varias veces legislador, entre senador y diputado federal, además de gobernador de zacatecas, lo hacen “presidenciable” y ya lo dijo: “Voy a estar en la boleta en el 2024”, casi como una advertencia para el mismo Andrés Manuel López Obrador.
El zacatecano que, como ayer cuando no llegó a Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, no debe de pelearse con el Presidente o cualquiera de los “suspirantes”, sobre todo con los más cercanos al Mandatario: Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard.
Si Morena no lo apadrina para candidato en su momento, Monreal Ávila podría de nuevo irse por la libre y entonces ir por cualquier partido o por una coalición sabe cómo trabajar e hilvanar fino en la política. Monreal no puede retroceder ya lo ha sido todo, sólo le falta incursionar por la Presidencia de la República.
Eso saben dentro de Morena y quieren llegar sólidos con un candidato que tenga todo el apoyo de las bases y la izquierda mexicana, pero López Obrador “ya tiene otros candidatos” como ha dicho en su momento “yo tengo otros datos”.
Veremos resquebrajarse a Morena en los próximos tres años?; López Obrador podrá contener a la caballada que ya dan visos de nerviosismo y hasta ya pronuncian a coro en algunos actos: ¡Presidenta…presidenta…presidenta!?