Sin Línea

0
134

*Químico Sin Contrapesos Políticos
*“De Cara al Pueblo” se Desvirtúa
*Posdata

QUÍMICO SIN CONTRAPESOS POLÍTICOS

En el Congreso de la Unión, en las dos Cámaras, prácticamente no hay contrapeso político al poder presidencial de Andrés Manuel López Obrador, quien, por supuesto, sigue crecido en la popularidad de la ola que los llevó a la silla del águila y en Mazatlán tampoco hay contrapeso porque los partidos siguen en la lona, noqueados, por las inercias del llamado “tsunami tabasqueño” que hizo ganar a muchos candidatos que ahora están en el Congreso del Estado o en las alcaldías, como es el caso de nuestra ciudad y puerto con la llegada a la presidencia local del químico Guillermo Benítez Torres.
Tampoco hay contrapeso en Cabildo Municipal con personas de cierta edad, como Ricardo Michel Luna o Isabelita Gamboa, ambos del PRI, o del PAN que nada más tiene una regidora y de su nombre ni me acuerdo y que todo le dicen que sí al alcalde en las sesiones de Cabildo y hasta el momento no se ha escuchado una crítica o comentario sobre el gobierno municipal.

¿Todo va muy bien en esta administración? ¿Dónde está la obra de gobierno, cuándo inicia?
Aquí ganó la elección López Obrador no el químico, que no se olvide y tengamos memoria, pero no por eso nuestro alcalde es una autoridad ilegítima; Benítez Torres llegó legítimo en las urnas, pero tiene que hacerlo en el poder; ganarse a los que votaron y no –por Morena y el peje- en el ejercicio de gobierno, solamente así será un gobernante con respeto, con autoridad, no con ocurrencias, autoritarismos o antidemocrático.
Por eso y nada más por eso, el alcalde legítimo tiene que medir sus expresiones, sus palabras y analizarlas muy bien antes de decirlas; no es lo mismo que “Juan Pérez” diga que no hay competencia municipal en tales o cuales temas o problemas de la sociedad mazatleca porque nadie le hará caso, así se pare en pleno zócalo o Plaza La República y lo grite a los cuatro vientos, pero si el presidente municipal dice que “Mazatlán está en crisis como destino turístico”, se nos cae todo: la economía, el crecimiento, el empleo, el bienestar social, la seguridad pública y se nos vienen otros problemas colaterales.
Hay que medir bien las palabras de lo que se dice y más viniendo del alcalde de Mazatlán.
En la ciudad el contrapeso del poder del presidente municipal lo está haciendo la prensa y los medios de comunicación por eso el alcalde se irrita, enoja y molesta,
porque quiere que solamente sea su palabra la que se oiga y valga, que no haya opositores y eso es camino al autoritarismo, la antidemocracia y la dictadura.

“DE CARA AL PUEBLO” SE DESVIRTÚA

El programa “De Cara al Pueblo” que nació como conferencias de prensa para que los reporteros y uno que otro periodista pregunten con tiempo, sin temores ni censura, al alcalde y sus directores de gobierno sobre los asuntos del buen o mal desempeño de la administración en curso, pero desde hace un mes se viene desvirtuando y el químico Guillermo Benítez ha preferido en el formato imponer a los medios que sus funcionarios den un informe de las cuentas alegres en estos cuatro meses de gobierno.
Esta mañana, de plano, no hubo preguntas y en consecuencia tampoco respuestas, porque el alcalde cambió totalmente la dinámica y prefirió no enfrentar las interrogantes de la prensa que incomoda y criticona y entregar premios y reconocimientos a los empleados que participaron de alguna u otra manera en el carnaval reciente.

El alcalde les entregó, por cierto sin su firma y sin la rúbrica del director del Instituto de Cultura, Oscar Blancarte, un papel y la cantidad de mil pesos. ¿Qué no se les paga ya a esos trabajadores por hacer su trabajo en esas dependencias?… Nuevas formas de la demagogia y populismo clientelar; regalar dinero así sea con diferente disfraz.
El alcalde exige respeto, se irrita y descalifica que hay “golpeteo” político y prefiere un alejamiento de los medios, sobre todo con los reporteros incómodos, pero lo quiera o no el munícipe va tener que lidiar en sus años de gobierno con la prensa que, hasta este momento, es el único contrapeso político que tiene. ¿Dónde están sus asesores?.
Y continuando con el mismo tema, a pesar de que se busca seguir los pasos de Andrés Manuel López Obrador, el gobierno de Luis Guillermo Benítez Torres va de mal en peor.
La cereza en el pastel fue en el evento mañanero de todo los miércoles, en la cual se supone tener una libertad para que los medios cuestionen a la autoridad sobre lo que la sociedad necesita saber.

En menos de una hora, el Químico se limitó a premiar a los trabajadores municipales que “dieron el extra” en Carnaval.
Lo peor no fue ese espectáculo, del cual se les aplaude por ser la chamba para la cual están contratados, no, lo que terminó de evidenciar la negativa del primer edil fue que este finalizó el evento y con el uso de un guarura muy caro para el erario se escudó para poder salir de la sala de Cabildo.
Fue José de Jesús Flores Segura, Secretario del Ayuntamiento, quien celó al Presidente Municipal ante los medios de comunicación, a quienes incluso les gritoneó que no buscaba limitarles en su trabajo.
A este personaje, ya se le conoce por meter grabadora hasta en los suspiros que puedan hacer los funcionarios cerca de los reporteros.
De esta manera, el Químico cayó de la gracia en su “parentesco” de la apertura a la transparencia que ofrece AMLO todas las mañanas en conferencia.
Lamentamos no poder obtener un reclamó nacional del alcalde hacia los señalamientos como un destino inseguro, que lo salve el tiempo…

Posdata

Alcalde necesita usted que el secretario del Ayuntamiento, “Pepe Chuy” Flores Segura se convierta en su “guarura” mayor y lo “arrope” y le abra paso en la entrevista, al parecer no deseada, con los medios de prensa como sucedió esta mañana al término de la conferencia de los miércoles que no lo fue? ¿Cómo primera autoridad no es el funcionario más informado para que Pepe Chuy tenga, a veces, la “libertad” de soplarle al oído lo que usted debe decir? Las atribuciones de Secretario del Ayuntamiento están muy claras y no son precisamente esas…cuidarle las espaldas al Jefe; ni siquiera López Obrador lo acepta en su calidad de Presidente de la República.