*Guardia Nacional en Sinaloa
*El Abrazo del adiós
*Los Bancos y las bancas
GUARDIA NACIONAL EN SINALOA
Diputados de todas las fracciones parlamentaria de Sinaloa están a favor de la creación de la Guardia Nacional, con mando civil y personal calificado, sobre todo militar, que se espera sea garante de la seguridad nacional y de respeto a los derechos humanos. En breve se tendrá la votación en el Congreso del Estado.
La Diputada Gloria Himelda Félix Niebla destacó que las modificaciones a la propuesta original permitirán ahora contar con un organismo que abarcará la prevención, investigación y persecución de los delitos, tanto del fuero federal como local, donde participarán policías federales, militares y navales, bajo la coordinación de un civil, y con un respeto a los derechos humanos, que será supervisado de manera permanente por el Senado y la Presidencia.
La propuesta original llevaba serios vicios que ponían en riesgo la protección de los derechos humanos, la militarización, de que no se privilegiara la presunción de inocencia, de que hubiera abuso de las fuerzas armadas por su formación eminentemente militar.
La legisladora Félix Niebla, destacó también que la presencia militar no se extenderá más allá de cinco años en tanto el Legislativo Federal expide las leyes orgánicas e instrumentales para la integración y operación de la Guardia Nacional, así como para la reglamentación del uso de la fuerza y la práctica, control y registro de detenciones.
Durante ese tiempo, aclaró, de manera temporal, el Presidente dispondrá de las Fuerzas Armadas permanente en tareas de seguridad pública de manera extraordinaria, regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria.
La Guardia Nacional contará con 150 mil elementos, para lo cual, se transferirán a 35 mil militares y 8 mil marinos. Sin embargo, quienes vayan a incorporarse a las policías Militar y Naval, ya sea con elementos de mando y servicios de apoyo que actualmente formen parte de las fuerzas armadas, conservarán su rango y prestaciones, por lo que se garantiza que no habrá afectaciones a sus derechos.
EL ABRAZO DEL ADIÓS
Un abrazo marcó la pauta para entender que la salida de Óscar Blancarte del Instituto de Cultura es inminente.
Luis Guillermo Benítez Torres, alcalde de Mazatlán, esta vez no lo pasó al estrado a rendir el informe del Carnaval. Eso evidenció aún más su debut y despedida.
Sin embargo, a este cineasta parece que las puertas no se le cierran, al contrario, volará a Ciudad de México a posiblemente producir una nueva película.
Veremos a qué nueva figura se coloca en este importante puesto para el destino.
LOS BANCOS Y LAS BANCAS
Como una cosa, digo otra. El Químico Benítez y su equipo salieron airosos del Carnaval que les tocó armar, dirigir y consumar. ¡Felicidades! Y paso a otro asunto. Después del golpe que le propino -y les propinó a los mexicanos- la banca a Ricardo Monreal por andar queriendo bajar las leoninas comisiones que cobran los bancos. De nuevo este Senador en jefe ultima los detalles de una nueva iniciativa que modificará tres leyes y 32 artículos para sentar las bases de lo que considera un nuevo sistema financiero; pero hoy su iniciativa cuenta con el aval de reguladores y órganos de competencia, además del Banco de México, la Secretaría de Hacienda y la Asociación de Bancos de México, que cuenta con 51 asociados, seis de los cuales manejan el 80% de los activos del país. Parece que ahora si se le va hacer, pero el capital es capital y cuando no ladra, muerde.
Hay que pedirle a Monreal que, en defensa de los provincianos, que incluya en esa agenda tres asuntos torales. 1.- Que los los bancos de “provincia” tengan capacidad para resolver los problemas que se suscitan con sus clientes. Resulta que si un banco -cualquiera banco- tiene error de contabilidad o un cargo no reconocido, los gerentes de los bancos no tienen capacidad para resolverlos, y menos aún sus subalternos. Para “solucionar” ese entuerto tenemos que perder un día -y a veces hasta más- llamando a su “central” por teléfono con quienes deciden y esperar para ver si te joden o te absuelven, con agregado que cuando les da la gana te contestan o te cortan la llamada cuando se les hinchan. Y vuelves a llamar, llamar y llamar, hasta que Dios se apiada, no para que corrijan el error o te quiten el cargo, sino decirte que nada o casi nada pueden hacer por nosotros. Entonces vienen las mentadas, y te cuelgan y no te vuelven a contestar.
2.- Que pongan bancas o sillas en la sala de espera. Hay días en que tenemos que estar en los bancos hasta cinco horas y tenemos que estar parado. Esta desatención primero nos relaja, pero después se nos hinchan los pies, nos da sueño, nos duelen los huesos, la carne y la sangre. Se nos acorta la vista, los oídos nos duelen y la respiración se nos viene y se nos va. Cuando después de esperar horas te atienden, a veces ya ni nos acodamos los viejitos -pero no sólo los viejitos- a que chingados fuimos al banco, sobre todos porque las rodillas nos aúllan carro de mulas que nunca fue engrasado. 3.- Esta petición es la más urgente: ¡Qué los bancos pongan sanitarios! No, no es posible ver y vernos haciendo retorcijones, caminando “nalguijuntos” para que no vaya a ocurrir un desaguisado y no digo más porque me da vergüenza y, al mismo tiempo, una rabia de la chingada.