*AMLO, Sin Resultados
*EU le exige a México
*El Químico Paga Facturas
AMLO, SIN RESULTADOS
A casi año y medio de gobierno federal, el Presidente de la República sigue con pocos resultados y sin respuestas que convenzan sobre los principales problemas de México: pobreza, crecimiento económico, empleo, inseguridad y violencia.
El propio jefe de la Oficina Presidencial, Alfonso Romo, lo dijo en sus palabras este fin de semana: “Sin crecimiento no habrá Cuarta Transformación”.
Durante una reunión con empresarios bursátiles, Romo les pidió “dejar la ideología en sus casas y presentar proyectos de inversión porque lo que se haga, tiene que hacerse este año porque el que viene va a estar marcado por la política, por la contienda electoral, y (en el gobierno) no hay dinero… el crecimiento que necesita México tiene que venir de la inversión privada… hemos pasado de la austeridad republicana a la franciscana… y ya andamos en la calcutiana, la de la Madre Teresa”.
Con los gobiernos del PAN y el último del PRI, con Enrique Peña Nieto, México se endeudó más, pero López Obrador lo lleva a la total bancarrota, a la quiebra pues ya ni siquiera se cuenta con los recursos de Pemex. No se puede seguir con las decisiones económicas surgidas de ocurrencias de regalar el dinero a todos los mexicanos, sino crear empleos. Las becas y apoyos a los niños, adultos mayores y personas con capacidades diferentes deben darse previos estudios socioeconómicos y no a miles de vivales que se formaron en las populacheras filas del clientelismo político.
Muchas son las voces que hablan de los peligros de una recesión económica galopante, en donde el PIB simplemente no crece y lo reitera cada que puede su ex secretario de Hacienda, Carlos Urzúa.
Como un orador más del Foro de Fondos de Inversión organizado por la Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles, Romo les dijo que ‘‘nuestro objetivo es que el país sea industrializado, no sólo exportador’’, pero el caso es que AMLO no aporta ningún elemento que lo confirme.
Pese a todo, Romo señaló que el país no sufre de ‘‘anorexia’’ económica y financiera, “sino de disciplina fiscal y finanzas sanas”.
El también jefe del Gabinete Económico dijo que López Obrador le encomendó “ganarse” a los inversionistas, lo que hará con base en un elemento fundamental: brindar certidumbre.
Sin embargo, a nuestro juicio es una tarea muy difícil cuando todos vivimos con el círculo vicioso de que con la inseguridad desbordada no hay inversión privada y extranjera y en consecuencia el nulo crecimiento económico.
EU LE EXIGE A MÉXICO
Y hablando del Presidente de la República, el embajador de EU en México, Cristopher Landau, le puso las peras a 20 al Mandatario Mexicano en una reunión más de seguridad pública y donde Alfonso Durazo, secretario de Seguridad Pública nacional, solo lo veía y lo escuchaba con los brazos cruzados.
Landau dijo textual: “Hay muchas reuniones pero realmente lo importante es que tengamos resultados… que haya operaciones y no solamente palabras… que haya operaciones y no solamente discursos, porque esto no puede seguir así”.
Sin pelos en la lengua y con el poder que le da su poderosa nación, Landau enfatizó: “Yo veo los titulares de los diarios aquí en México sobre algunas cosas atroces qué están pasando aquí… no podemos continuar como sociedad, no podemos aceptar lo que está pasando, no puede ser solamente cuestión de diálogo…”
Todavía más parece que el diplomático norteamericano metió la espada ardiente hasta el fondo:
“Es algo deprimente… francamente, ¿qué es lo que se propone ahora qué sea distinto a lo que se ha hecho hasta ahora?… hasta ahora no hemos tenido buenos resultados”.
Fue una recriminación del gobierno de EU, una fuerte llamada de atención a dejar de lado las disculpas y las ocurrencias y entrarle de lleno en una estrategia a fondo sobre seguridad pública nacional.
EL QUÍMICO PAGA FACTURAS
A menos de la mitad de su trienio y ante la ausencia de obra pública, peleado con casi todos los sectores sociales, el alcalde Luis Guillermo Benítez Torres, ya empezó a pagar facturas con el pueblo, los gobernados. Este pasado fin de semana en la coronación de la reina del Carnaval Internacional de Mazatlán, Libia II, la rechifla y los abucheos se sintieron cuando se nombró al munícipe por los parlantes del majestuoso “Teodoro Mariscal”.
Muy distinto fue el recibimiento para el gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, quien el respetable, que fueron muchos miles, le aplaudieron. El domingo por la tarde, el mandatario pasó entre la muchedumbre que abarrotó el Malecón o Paseo del Mar para presenciar el primer desfile y la gente le volvió a aplaudir y quisieron la “selfie” con el mazatleco. Sin duda que hay mucha diferencia entre ambos gobernantes cuando el “pueblo bueno y sabio” reconoce realmente la sensibilidad y el buen ejercicio de los recursos públicos que se traduce en obra pública para los más necesitados.
Es cierto la fiesta es de los mazatlecos y sinaloenses, el carnaval internacional, ha sido uno de los mejores en la historia reciente de la ciudad y puerto del Pacífico Mexicano. Sigue en el gusto mundial como uno de los tres mejores, pero también es una historia que Mazatlán se ha ganado gracias a la belleza de la mujer sinaloense, a sus reinas, a la contagiosa alegría del porteño, la organización y la anfitrionía mazatleca, incluso de gobiernos pasados o de personajes íconos como lo fue y lo sigue siendo Rigolewis y ahora su familia.
Esta historia es de más de cien años y de 40 a la fecha de venir, cuidando y consolidando carnavales cada año mejores, es el esfuerzo de miles de mazatlecos que bailan por horas sobre el Malecón en las comparsas, detrás de los carrozas, con una alegría desbordante; es la fiesta de niños y niñas incansables que acompañan a la reina infantil; a los creadores de los carros y los monigotes como el artista local Ocean Rodríguez o el regiomontano Jorge González Nery.
Es en síntesis, el trabajo de cientos de personas que participan de manera anónima en los carnavales, pero no la creatividad o el carisma de un alcalde que fue abucheado y que ya paga facturas de gobernante y que sigue en la vieja creencia romana que para mantener al pueblo contento hay que darle pan y circo.