*Respuestas tardías del gobierno federal
*Lo de Iguala nunca debió ser
En las entrevistas sobre la barbarie o la vergüenza nacional en que se ha dado en llamar a la masacre de los 43 jóvenes normalistas de Ayotzinapa, Iguala, Guerrero, la gente opina que los gobiernos indolentes han sido, en parte, culpables de esa tragedia nacional que nunca debió ser.
Dicen que más allá de los detenidos, culpables intelectuales y materiales, la huella de esa sangre no será borrada de la historia de un México que se suponía había rebasado esas etapas de un país primitivo.
Así, el diputado federal Martín Heredia habló de una descomposición social en México y de un gobierno federal de respuestas tardías y con distorsión social, que cuando se aplica la ley lo hace de manera aleatoria. El Estado de Derecho no se cumple a cabalidad en el tema de Ayotzinapa.
Para Nino Gallegos, catedrático de la facultad de Ciencias Sociales de la UAS, Ayotzinapa le recuerda los sucesos del 1968, en que se reprimió, se mató y desapareció a otros estudiantes. La respuesta es cómo ser solidarios, cómo organizarnos como ciudadanos frente a un Estado que sigue provocando víctimas con una política policiaca.
El maestro Gallegos dijo que para este 20 de noviembre, un año más de la Revolución Mexicana, viene una gran manifestación nacional que debe de poner muchas cosas en su lugar, incluyendo a muchos ciudadanos que tienen sus intereses en otros lados o con comportamientos muy comerciales, como lo vimos en el Buen Fin. Dijo que en próximas semanas habrá de sacar un libro de poemas que tienen que ver con la desaparición de personas en el país.
Mientras, el estudiante de Ciencias de la Comunicación, Jaime Washington, opina que los hechos de Iguala son una vergüenza para este México; la desaparición de personas no es nuevo, durante décadas se ha desaparecido a la gente por parte de los gobiernos.
Finalmente, entrevistamos a tres jóvenes universitarios que coincidieron en hacer responsable de esos crímenes a las autoridades en general, que permitieron que
el rebase de las instituciones y de la seguridad que ellos están obligados a ofrecer a la sociedad misma. Dijeron que hechos como Iguala pueden suceder en cualquier lugar de México y se manifestaron asustados por esa barbarie.