Sheinbaum formaliza la salida de Florencia Serranía de la dirección del Metro; entra Guillermo Calderón

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La salida de Serranía Soto se da a casi dos meses del colapso de una trabe metálica del tramo elevado de la Línea 12, ocurrida el 3 de mayo, con un saldo de 26 personas fallecidas y más de 90 lesionadas.

Después de 56 días de la tragedia en la Línea 12, que dejó 26 personas fallecidas y más de 90 lesionadas, Florencia Serranía Soto dejó de ser la directora general del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC); en su lugar quedó Guillermo Calderón, quien hasta ayer era director del Sistema de Transportes Eléctricos (STE) de la Ciudad de México.

“El día de hoy queremos agradecerle todo su empeño y trabajo a la doctora Florencia Serranía, directora del Metro de la Ciudad de México, del Sistema de Transporte Colectivo, este esfuerzo y empeño que ha puesto en el Metro de la Ciudad de México”, fueron las únicas palabras que dijo la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, al confirmar la decisión que surgió como rumor desde la semana pasada.

Sin tomar el micrófono para decir una sola palabra, a diferencia de su sucesor, Serranía Soto escuchó el anuncio de pie, con las manos al frente, entrelazadas, vestida de rojo y zapatillas del mismo tono, lejos del pantalón de mezclilla, las botas y el chaleco del Metro con el que se dejó ver el pasado 4 de mayo, el último día que participó en una videoconferencia, a pocas horas de la tragedia.

Sheinbaum Pardo no permitió preguntas ni respuestas de la prensa, por lo que quedó en el aire el saber si Serranía renunció o si la mandataria local la destituyó del cargo después de las incontables veces que la defendió, pese a las múltiples fallas que tuvo el Metro durante los 2.7 años en los que estuvo a su cargo.

Tampoco se le pudo preguntar si la ahora exfuncionaria seguirá participando con la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), la empresa noruega DNV que hace el peritaje de la tragedia del 3 de mayo, y con el Colegio de Ingenieros Civiles de México que revisa el resto de la Línea Dorada y las demás líneas que tienen tramos elevados, con el propósito de deslindar cualquier responsabilidad de su parte.

En la videoconferencia del 4 de mayo, a pocas horas de la tragedia que provocó la muerte de 26 personas y más de 90 lesionados en la Línea 12, Proceso preguntó a la mandataria capitalina si Serranía Soto seguiría en el puesto, a lo que contestó: “todos los servidores públicos estamos sujetos a revisión de la ciudadanía, pero también es indispensable que se tengan los peritajes y que haya las sanciones correspondientes”. De paso, añadió: “no estamos encubriendo a nadie”.

Aquella mañana, la todavía directora del Metro aseguró: “Voy a seguir trabajando y voy a colaborar con la Fiscalía en lo que pueda para determinar la causa del daño estructural que sucedió el día de ayer”.

Después de esa aparición en público, Serranía Soto no volvió a salir a dar información sobre el incidente ni los avances diarios en la materia en los que participaban las Secretarías de Obras y Servicios, la de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil y la de Movilidad; así la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas.

Gestión accidentada

La salida de Serranía Soto de la dirección general del Metro se da también después de que en su gestión ocurrieron, además del de la Línea 12,  dos de los hechos más graves en los casi 52 años de historia del llamado “gusano naranja” en la CDMX, en los que hubo víctimas mortales.

El primero fue el choque de trenes en la estación Tacubaya de la Línea 1, el 10 de marzo de 2020, donde murió una persona y más de 40 resultaron lesionados.

El segundo fue el incendio del Puesto Central de Control (PCC), el 9 de enero de 2021, donde murió una mujer policía y decenas de trabajadores resultaron intoxicados por el humo.

Además, en su gestión se dieron varias protestas de trabajadores sindicalizados por las decisiones que Serranía tomó en cuanto a las labores de mantenimiento, el seguro médico y la atención de trabajadores por el tema de la pandemia por covid-19.

La labor de la ahora exfuncionaria era cuestionada prácticamente todos los días al presentarse irregularidades en el Sistema, entre las más comunes, inundación de sus estaciones, interrupción del servicio por cortes de energía, desalojo de trenes en medio del túnel, frenadas intempestivas, humo saliendo de las llantas, conductores bebiendo mientras manejan los trenes, entre otras fallas.