*A nivel nacional cada 5 minutos un secuestro
*En Mazatlán, hay que prevenir
Cada cinco minutos ocurre un secuestro en el país, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2013, realizada por el del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Al menos eso equivalen los 105 mil 682 plagios registrados en México en 2012, incluidos los exprés, que reporta el INEGI.
Ante lo escalofriante de estas cifras, tenemos dos opciones: vivir con miedo o tomar las debidas precauciones para que las estadísticas no alteren nuestra vida. En Mazatlán no es común el secuestro “exprés”, aunque se han dado caso de la agresión a empresarios y comerciantes. Hay que prevenir, más que lamentar.
Ante todo, la prevención
Hay algunos tips de prevención que la mayoría conocemos:
– Avisar a nuestros familiares dónde estaremos.
– Cambiar constantemente nuestras rutas de desplazamiento.
– Estar atentos a nuestro entorno.
– No ser ostentosos ni manejar cantidades grandes de dinero en efectivo.
– No dar detalles personales innecesarios a desconocidos.
Aunque éstas podrían ser consideradas las medidas preventivas esenciales, hay muchas otras que pueden reducir el riesgo de ser víctimas de secuestro.
Perfil del secuestrador
Según México SOS y Alto al secuestro algunas de las características que hacen sospechosa a una persona son:
– Hombres entre 17 y 45 años, de aspecto descuidado.
– Visten chamarras o traen mochilas para esconder armas.
– Pueden estar solos o en grupo.
– Evitan llevar objetos en las manos y no andan con niños, mujeres o ancianos.
Actitud personal
Nuestro comportamiento en las calles puede ser la diferencia entre ser o no víctimas de secuestro. Por eso no está de más tener en cuenta lo siguiente:
– Procurar mantener un bajo perfil. Esto evitando vestir con colores llamativos y cosas ostentosas. En el caso de las mujeres, evitar minifaldas, escotes y tacones.
– Demostrar seguridad y confianza. Además, confiar en nuestro instinto.
– Estar alertas y conscientes de todo a nuestro alrededor. Mirar constantemente hacia atrás y apoyarnos con objetos que brinden reflejo, como ventanas y aparadores.
– Transitar por zonas concurridas y bien iluminadas, y procurar hacerlo en grupo.
– Esperar el transporte público en zonas con luz y donde haya gente.
– No está de más tomar cursos de defensa personal.