Viene Día de Muertos. Dónde Quedó el Panteón Alemán en Mazatlán?
- Anécdotas de nuestra historia
- Panteón número 1 no existe ya
La existencia de panteones en Mazatlán tiene que ver con muchas cosas curiosas, incluso con el conteo de cuántos son y en esta ciudad tenemos un número determinado, pero el cementerio 1 ya no existe porque los terrenos fueron vendidos a particulares y hoy una parte de esos predios están destinados para una escuela la “Ángel Flores” y el parque del mismo nombre. Igual sucedió con un panteón alemán que estuvo en el Cerro del Crestón y desapareció hace muchos años, dice en la entrevista el cronista de la ciudad de Mazatlán, el maestro Enroque Vega Ayala.
Agrega, entonces que el panteón número 2 es el “Ángela Peralta”.
Hablando de lo que fue el panteón número 1, hay que decir que en una parte era donde sepultaban a los católicos y, enseguida había otro terreno, que se conoció como el panteón de los protestantes, de origen extranjero, teutones que eran calvinistas o luteranos, aunque también judíos, norteamericanos y de otras religiones, pero que no creían en la Iglesia católica.
Ese panteón de los protestantes estaba registrado como propiedad de una asociación de beneficiencia alemana que a los años cedió ese terreno al gobierno municipal para los fines correspondientes.
Sin embargo, explica el cronista porteño Vega Ayala que hay otra historia que afirma que cuando se empezó a construir la ciudad de Mazatlán en el siglo XIX, no había panteón, no existía la iglesia católica y el párroco que atendía a la población mazatleca por los años de 1827 le envío un informe al obispo de Sonora y Sinaloa para que urgiera a las autoridades locales construir un panteón porque los lugareños en lugar de llevar a sus deudos al panteón de Villa Unión, donde era la tierra sagrada de la parroquia, enterraban a sus muertos en las playas o lugares agrestes como lo fue el cerro de Casamata, donde es tuvo la Preparatoria Mazatlán, y que fue de los primeros cementerios o “panteón cero”.
Vega Ayala apunta también que en documentos del consulado alemán hay indicios que la comunidad alemana tenía por costumbre enterrar a sus difuntos en la Isla del Crestón (hoy cerro del Faro); hay al menos dos personas que pidieron ser enterradas ahí y tendríamos en ese lugar otro panteón, aunque no estuviera registrado en libros.
Aclara que no hay un lugar exacto donde estuvieron sepultadas las personas porque no hay una señal o una lápida. Con el tiempo desapareció ese cementerio, concluye el cronista de Mazatlán.