Secretaría de Agricultura se prepara ante el cambio climático

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El Programa MasAgro de la Secretaría de Agricultura busca desarrollar nuevas variedades de maíz y trigo resistentes a enfermedades, calor y sequías, con mayor calidad de grano.

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) impulsa desde la ciencia una producción agrícola sustentable, con el fin de estar preparados antes los efectos del cambio climático, como la sequía que este año afectó 60 por ciento del territorio y sus granos.

Explicó que el objetivo es desarrollar tecnología que fortalezca sus líneas de acción para alcanzar la autosuficiencia alimentaria en productos básicos.

Por ello, la Sader llevará a cabo el Programa MasAgro, en colaboración con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMyT), el cual brinda soluciones para superar este desafío con acciones para mitigar los efectos del cambio climático, como son investigación para desarrollar nuevas variedades de maíz y trigo resistentes a enfermedades, calor y sequías, con mayor calidad de grano.

Respecto el CIMMyT, destacó que, ante el crecimiento poblacional y las nuevas condiciones climáticas, la producción de alimentos es una prioridad global, por lo que se requiere cambiar la forma de hacer agricultura, es decir, pasar de una convencional –la que genera gases contaminantes y, con frecuencia, pocos rendimientos– a una sustentable, eficiente y climáticamente inteligente.

Dijo que como parte de los resultados alcanzados se ha logrado identificar líneas de trigo con 40 por ciento más rendimiento que el mejor testigo (práctica o variedad convencional) y se seleccionaron 5 mil 850 nuevas líneas de trigo resistentes a enfermedades; igualmente, a partir del mejoramiento dirigido a las regiones productoras, se obtuvieron 40 líneas con interés para la cadena de valor de trigo.

Además, señaló que se busca desarrollar investigación estratégica útil para que la agricultura nacional se adapte a las nuevas condiciones climáticas, MasAgro traslada ese conocimiento directamente a los actores involucrados en la actividad agrícola, como son productores y técnicos, quienes contribuyen a reducir el impacto medioambiental de la agricultura.

Otra acción a destacar radica en que MasAgro y sus investigadores validaron, integraron y promovieron diversas tecnologías de sensores ópticos para optimizar la fertilización nitrogenada; esto es relevante, pues aunque habitualmente se habla del papel del dióxido de carbono (CO2) en el calentamiento global, el nitrógeno también contribuye, ya que tiene un potencial de calentamiento global entre 200 y 300 veces superior al CO2.

Agregó que cuando no son aplicados racional y adecuadamente, gran parte de los fertilizantes nitrogenados se desperdicia y contribuye a la contaminación atmosférica y de los acuíferos (además de afectar la salud de quienes lo aplican).

La Sader señaló además en un comunicado que científicos advierten que ninguna sociedad es ajena al cambio climático y a sus efectos: escasez de agua, daños por inundaciones, tormentas, olas de calor y sequías que afectan la actividad agrícola y pecuaria, además de que implica una menor disponibilidad de alimentos a nivel local y global.

Explicó que entre sus principales causas por la actividad humana están la emisión de gases contaminantes, la inadecuada gestión energética, el cambio de uso de tierra, la deforestación, la ganadería y la agricultura, según especialistas.

Así estimó que la agricultura produce 24 por ciento de los gases de efecto invernadero que favorecen el cambio climático y se proyecta que la productividad agrícola podría disminuir como impacto de este fenómeno. (Ntx)

Fuente: Aristegui noticias