*Se depura el sistema educativo
*Los mejores seguirán avanzando
Con los concursos de oposición para plazas de maestros se acabaron los “espacios para los oportunistas, los compadrazgos y los dedazos”, pero además el último examen revela que hace falta mucha preparación a los maestros y se depura el sistema educativo nacional, dijo en la entrevista el profesor Toribio Colado, jefe de los servicios regionales de la SEPyC.
Precisó que los concursos de oposición da una apertura para calificar a los mejores y para ver quién tiene la vocación para seguir en la docencia o si tiene la preparación para ser maestro, así el 39 por ciento de este examen tuvieron las aptitudes y un 61 por ciento de los maestros les falta más capacitación. Fue un examen de conocimientos y habilidades.
Indicó que a él le tocó observar a los candidatos a ser maestros de inglés y que fueron evaluados por escrito y de manera oral, por personal que llegó de la ciudad de México.
Toribio Colado dijo que ese 61 por ciento no es un lastre, porque se avanzó en los que tienen las posibilidades de ser los mejores y de eso se trata de ir depurando el sistema educativo nacional. “Seguramente en la próxima prueba, los aspirantes habrán de tomar más serio la prueba y tendrán que ponerse a estudiar y a prepararse en serio, porque ya se acabaron las dádivas; son concursos de oposición y los que salgan mejor posicionados, esos irán cada vez más adelante”, aseveró.
El jefe de los servicios regionales de la SEPyC reconoció que la reforma educativa funciona y está visto que estos exámenes no son “espacios para oportunistas, son espacios para quienes realmente tienen vocación y quieren superarse; se cumplen los requisitos que marcan las reformas y se va ir quien no tenga nada que hacer”.
El profesor Colado reiteró que se depura la calidad de la educación y ya “no se entregan las plazas por compadrazgo, por dedazo, o por otro mecanismo que no sea el de una selección estricta y a conciencia”.
Finalmente este alto porcentaje que no pasó los exámenes es una invitación a prepararse porque las convocatorias no significan que las plazas están aseguradas.