El 14 de febrero, conocido como el Día de San Valentín o el Día de los Enamorados, es una fecha que despierta emociones encontradas, ya que aunque millones de parejas en todo el mundo intercambian flores y juran amor eterno en este día, su origen sigue envuelto en misterio.
Se cuenta que en el siglo III en Roma, un sacerdote llamado Valentín desafiaba las normas al casar en secreto a parejas y celebrar el amor, enfrentándose a la desaprobación de la época, además Valentín escondía un secreto, pues estaba enamorado de una joven, sin embargo, fue asesinado trágicamente por lo que si amor nunca pudo ser.
Con el tiempo, la iglesia adoptó este día, transformándolo en una celebración positiva del amor, sin embargo, surge la interrogante, ¿Es el Día de San Valentín una genuina expresión de amor o simplemente un evento impulsado por el consumismo?
Algunos argumentan que este festejo se ha comercializado, convirtiéndose en una oportunidad para la industria de regalos y flores, otros sostienen que más allá de las críticas al consumismo, el 14 de febrero sigue siendo una ocasión valiosa para expresar y celebrar el amor.
Sin embargo, la percepción de San Valentín como una expresión auténtica de afecto o un producto del consumismo varía según las experiencias y valores individuales.