Los turistas ingleses que lleguen a Italia están obligados a respetar un período de cinco días de cuarentena, lo que les impedirá acceder al Olímpico incluso en el caso en el que consigan una entrada.
El Ministerio del Interior italiano ha anunciado que intensificará los controles en los dos principales aeropuertos de Roma, Fiumicino y Ciampino, y en la estación de trenes Termini, para gestionar la llegada de aficionados ingleses, registrar sus datos y controlar que respeten el pertinente periodo de cuarentena.
Colaborará con las autoridades del Estadio Olímpico, que deberán realizar atentos controles a todos los aficionados que tengan entrada para el encuentro, y con los que trabajarán en las varias zonas de la capital en las que es posible ver el partido en unas pantallas gigantes.
En particular, en las últimas semanas miles de aficionados se reunieron en la céntrica Plaza del Popolo para seguir los encuentros de la selección italiana, que jugará su cuarto de final en Múnich este viernes contra Bélgica.
Una eventual reunión de hinchas ingleses en las plazas, en un periodo, además, en el que en Italia se ha quitado la obligación de llevar mascarillas al aire libre, supone un alto peligro de difusión del coronavirus.
Al Olímpico podrán acceder un máximo de 16,000 personas, el 25% del aforo del estadio, y hasta este momento se han vendido cerca de 10,000 entradas.
En principio, la UEFA reserva unas 2,500 entradas para cada una de las dos selecciones protagonistas, en este caso Inglaterra y Ucrania.
Roma vive con temor la posible llegada de hinchas ingleses después de que Escocia registrara unos 2,000 contagios con variante Delta de coronavirus después de que sus aficionados viajaran a Londres para ver el partido de la fase de grupos contra Inglaterra, acabado en 0-0.
Información por FORBES