* El gobernador del estado adelantó que este viernes se entregará a la SEDENA el nuevo Hospital General de Culiacán.
*También anunció un programa de apoyo alimentario para otorgar despensas a 60 mil familias de trabajadores afectados por la contingencia.
Culiacán, Sinaloa, a 29 de abril de 2020.-
Durante una videoconferencia con diversos representantes de la sociedad civil, el gobernador Quirino Ordaz Coppel reiteró que no solicitará al Congreso del Estado la contratación de ningún crédito, con motivo de la contingencia sanitaria derivada por la pandemia del COVID 19, y además adelantó algunas acciones inmediatas, como la implementación de un programa alimentario para 60 mil familias y la entrega del nuevo Hospital General de Culiacán a la SEDENA este viernes, el cual estará dedicado exclusivamente para la atención de pacientes contagiados con este virus.
Desde su despacho en Palacio de Gobierno, el mandatario estatal se enlazó a través de una videoconferencia con diversos actores de la sociedad, representantes de sectores productivos, académicos y religiosos, entre ellos Lauro Meléndrez, presidente de Codesin; Gustavo Rojo, de CAADES; Miguel Loaiza Pérez, líder transportista; Carlos Berdegué, empresario hotelero de Mazatlán; los rectores Sylvia Paz Díaz Camacho y Juan Eulogio Guerra Liera; el obispo de la Diócesis de Culiacán, Jonás Guerrero, entre otros más, a quienes les reiteró que no están solos, que su gobierno está con ellos para que Sinaloa salga lo más pronto posible de esta situación generada por la contingencia sanitaria.
Ante la inquietud que le expresaron varios de los conferencistas, como el diputado local y presidente de la Liga de Comunidades Agrarias, Faustino Hernández; el dirigente transportista de la CNC, Miguel Loaiza; y el presidente de Codesin, Lauro Meléndrez Parra, sobre la pertinencia de contratar un crédito, el gobernador del estado fue categórico en este sentido.
“Yo no voy a pedir crédito, no es de mi interés ni nunca lo ha sido, y para poder hacerlo necesitaríamos estar verdaderamente en un estado de excepción; no lo hago, en primer lugar, porque no quiero entrar en una politización primero que nada, cuando lo que se requiere es justamente mucha unidad. Segundo, no tengo la necesidad urgente de pedirlo, y mi política ha sido no endeudar al estado, estamos en una situación difícil, pero si lo puedo evitar lo voy a hacer y quiero dejar en claro que no me voy a endeudar a menos que haya una situación excepcional, para no volver a tocar ese tema porque no voy a entrar en esa temática”, precisó.
En cuanto a las medidas inmediatas, el gobernador Quirino Ordaz Coppel dio a conocer que este viernes se entregará a la Secretaría de la Defensa Nacional para su operación el nuevo Hospital General de Culiacán, que en esta etapa será exclusivo para pacientes COVID, lo mismo que el Hospital Civil de Culiacán y las nuevas áreas temporales que están por entrar en operación en el estacionamiento del viejo Hospital General de Culiacán, en la colonia Rosales, módulos que también se instalarán en los hospitales de Mazatlán, Los Mochis y Guasave.
El mandatario estatal adelantó que ya afina un programa alimentario que otorgue apoyo a 60 mil familias, con despensas que les garanticen un abasto para 20 ó 25 días, el cual se implementará la próxima semana. Reconoció que esto es posible gracias también a la participación de la sociedad y organizaciones altruistas.
“Lo difícil va a entrar ahora en los próximos meses, pero tenemos que encontrar los mecanismos para ayudar a nuestros sectores y que Sinaloa pueda salir adelante y rápido de esta situación adversa, pero lo vamos a dar la vuelta, no tengo la menor duda de ello”, comentó.
Ordaz Coppel pidió a la sociedad aguantar lo más posible estas próximos dos semanas, periodo en el existe la posibilidad de un incremento de contagios, aunque reconoció que en los últimos días ha bajado la tasa de mortalidad del COVID en el estado.
Al hacer un recuento, reconoció que producto de esta contingencia se han tomado decisiones muy difíciles pero que han sido muy efectivas, pues dijo estar convencido de que si no se hubieran cerrados hoteles y playas antes de Semana Santa, ahorita existirían miles de casos de contagio, no los 455 activos que se tiene hasta el momento, y cientos y cientos de decesos, en lugar de los 130 lamentables casos que se tienen registrados.
Por otra parte, acogió la propuesta del empresario hotelero Carlos Berdegué para implementar una campaña muy inteligente de certificación de Mazatlán como destino seguro en materia de sanidad, para estar listos cuando vuelvan a abrir sus puertas los hoteles, pues a partir de ese momento se vendrá una guerra comercial con todos los destinos, el más cercano Puerto Vallarta, a fin de recuperar su economía.
Por último, el mandatario estatal comentó que se analizará en los próximos días el levantamiento de la llamada “ley seca”, que es la prohibición de venta de bebidas alcohólicas, para autorizar la venta en horarios restringidos, pero todo dependerá de la evolución de la contingencia y que estará sujeto a la decisión que se tome al seno del Consejo Estatal de Seguridad en Salud.
A su vez, el secretario de Salud, Efrén Encinas Torres, dio a conocer que en total Sinaloa cuenta con una capacidad de 600 camas dedicadas para pacientes COVID, considerando instituciones públicas y privadas, las cuales se encuentran en un 40 por ciento de ocupación.