Reimplantan brazo y sueños

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Salvar su extremidad, que fue amputada por un accidente laboral, hizo que Melissa celebrara sus 20 años con la mayor alegría, a pesar de estar en el hospital

Melissa celebró feliz su cumpleaños número 20, internada en una cama de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) No. 1, del IMSS, en León, Guanajuato. Ella se sentía como la joven más afortunada del mundo.

Apenas dos semanas antes, había comenzado a trabajar en una fábrica para ahorrar dinero y cursar la licenciatura en Desarrollo de Negocios.

Sin embargo, Melissa sufrió un accidente laboral, una máquina le arrancó el brazo derecho; fue trasladada al hospital del Seguro Social, donde un cuerpo interdisciplinario de médicos trabajó durante siete horas para reimplantar la extremidad. Al despertar de la anestesia, lo primero que hizo la jovencita fue voltear a ver su brazo.

“¡Es el mejor regalo de cumpleaños! Me siento muy afortunada”, externó en entrevista con El Heraldo de México, mientras sigue en casa, con su recuperación tras la cirugía.

Su deseo al cumplir 20 años, el 8 de septiembre, fue no perder su brazo y se le cumplió el milagro, dice que ya con eso es feliz.
“No tengo ningún deseo más que se quede mi brazo. Es todo lo que deseo. Aprendí que tienes que vivir todos los días al máximo porque no sabes cuándo te va a faltar un brazo, una pierna o vas a morir. Por eso debes valorar lo que tienes y hacer lo que quieres día con día”. afirmó.

Melissa no ha tenido oportunidad de ver a sus compañeros de trabajo para agradecerles la forma tan rápida como reaccionaron, porque cada decisión a tiempo permitió que le pudieran reinjertar el brazo (la extremidad llegó en una hielera, junto con la paciente al hospital y no se perdió tiempo, directamente se dio el ingreso al quirófano).

Con sólo 15 días en la empresa, Melissa desconocía si había protocolos de actuación en accidentes laborales.
Hoy lo que le importa es recuperarse totalmente para regresar a estudiar y trabajar.

“Primero, quiero recuperarme. También me gustaría estudiar y quiero seguir trabajando, quiero seguir mi vida normal; para eso tengo que recupérame. Me gustaría estudiar Desarrollo de Negocios porque junto con mi hermano queremos poner un restaurante de comida internacional”, dijo.

Tiempo de rehabilitación

En el caso de Melissa, la cirugía se considera un éxito si tan sólo el brazo responde a la adhesión, para función estética. El pronóstico es reservado, la terapia de rehabilitación física podría tardar un año.

“El milagro sería que moviera su mano. Nosotros pensamos de manera positiva, aunque tenemos que ser realistas por las lesiones, solamente el tiempo, la rehabilitación y su cuerpo lo dirán”, externó la médico intensivista Alma Érika Hernández.

El reimplante total de brazo fue un ejemplo del trabajo coordinado y que el Seguro Social cuenta con especialistas altamente calificados, apuntó.

“Para nosotros fue una satisfacción ver su sonrisa y su expresión cuando vio su brazo y dijo: ‘¡Estoy completa!’. Ver su reacción y agradecimiento es una gran satisfacción que nuestra aportación fuera tan importante para su vida y su entorno”, añadió.

A Melissa le queda un gran camino por recorrer en su rehabilitación, quizás quede con alguna limitación funcional, pero su percepción personal, su morfología, su aspecto físico es muy importante.

Este tipo de cirugía, la hospitalización y la atención médica multidisciplinaria (cuatro niveles de especialidad) pueder rondar los dos millones de pesos como costo total en un hospital privado.

El tiempo es importante

Hay poco tiempo para salvar una extremidad amputada. En los hogares y en las empresas es indispensable contar con protocolos de reacción ante accidentes en los que hay amputaciones.

Una toalla limpia, hielo y un plan de acción pueden marcar la diferencia en la vida de una persona, explicó el jefe de Cirugía Cardiovascular, Angiología y Tórax, Ranulfo Zendejas Mendívil.

“Tenemos seis horas en promedio para realizar la revascularización de un miembro amputado. El rearmado del tejido puede llevarse incluso otras siete horas, pero esas ya no son completamente de isquemia o falta de circulación. Cuando Ortopedia fija el hueso nosotros entramos a hacer la revascularización utilizando injertos con la piel del mismo paciente. Hay que reparar los tejidos que se lastimaron, reconectar músculos, conectar tendones o hacer anastomosis de los nervios que también se llegan a seccionar”, explicó.

Las extremidades pueden perderse durante el accidente o en minutos posteriores, por decisiones que impiden el reimplante.
“Lo más importante en cualquier extremidad que se llegue a perder es obviamente recuperarla. Tomar alguna toalla o tela donde pueda envolverse e inmediatamente colocarse en hielo sería lo más adecuado para transportar la extremidad al hospital, junto con el paciente. Muchas veces han llegado con segmentos de extremidades o mano, sin hielo, sin cubierta, entonces llegan en malas condiciones y es muy difícil reimplantar ese tipo de tejidos”.

Melissa comprobó que se requiere una serie de factores para salvar una extremidad, en su caso fue el brazo derecho. Tras la exitosa cirugía, ahora se espera la solidificación del hueso humeral para continuar con la rehabilitación física.

“Todavía no se le han retirado los fijadores, en un momento se tendrán que retirar para que no haya un callo y ponerle un clavo centromedular para dejar fijada la extremidad. Después se tendría que ver si con rehabilitación física podría, al menos, conservar la masa muscular de la extremidad. Esa lesión es como un jalón que se le da a los tejidos, y ese jalón estira los nervios y los corta en segmentos, puede lastimarlos tanto que deja una lesión permanente a pesar de la rehabilitación”, detalló.

Melissa puede considerarse afortunada tan sólo por contar con su brazo, añadió el médico angiólogo.

“Este tipo de accidentes que llegan a provocar la amputación completa de la extremidad son raros, en 30 años como cirujano vascular he participado en dos casos. Son extremadamente angustiantes. Afortunadamente el tipo de lesión que traía permitía realizar la revascularización porque hay otras lesiones que son por machacamiento, la extremidad puede llegar en tan malas condiciones que es imposible reimplantar. La lesión nos permitió hacer el reimplante y su juventud, además la oportunidad y la disposición del personal médico del IMSS”, indicó.

Los accidentes laborales más comunes en México son machacamientos de dedos y mano, además de lesiones musculares de antebrazo. Según datos del IMSS, en promedio se registran 527 mil 802 riesgos de trabajo por año, distribuidos en accidentes de trabajo, en trayecto y enfermedades laborales.

Esto significa que ocurren mil 446 riesgos de trabajo por día en todo el territorio nacional, en promedio.
Entre las regiones anatómicas más afectadas está la mano, que causó dos millones 525 mil 86 días de incapacidad temporal, con un costo promedio por día de 67 pesos.

Información por EL HERALDO DE MÉXICO