Es un símbolo de la cocina sinaloense de mariscos y un extraordinario ser humano
Manuel Sánchez Villalpando es un hombre muy conocido en Villa Unión, donde todos saben de este buen vecino a quien muchos llaman “Manuelito” a pesar de su enorme estatura. Pero más allá de esas fronteras está la fama nacional e internacional del Cuchupetas, cuyo trabajo lo ha convertido en un icono de la concia sinaloense de mariscos.
Ayer. El Cuchupetas recibió el reconocimiento de una revista de circulación nacional, cuya directiva lo consideró como uno de los grandes personajes del ámbito turístico.
Tras el evento, que se desarrolló en el Club de Playas de la Marina El Cid con la presencia del mundillo turístico sinaloense, El Cuchupetas platica con los micrófonos de Sinaloa enlínea, desmenuzando su filosofía de trabajo y sus inicios en esta competida tarea.
No hay mal que por bien no venga, sentencia cuando recuerda que era dueño de una cantina que le cerraron. Ante la necesidad de sacar adelante a la familia decidió abrir un negocito de mariscos, que fue creciendo hasta convertirse en el restaurante de fama internacional que ha colocado a Villa Unión en el mapa del mundo.
A la distancia de veintiséis años, los elogios abundan. Tres recibir el reconocimiento de ayer, Manuel se declara orgulloso, “pero no me mareo, la gente que se marea no sirve para nada. Al contrario, estoy más humilde que nunca”.
El secreto de este éxito es que a la gente le ha gustado lo que le ofrecemos, y lo hacemos con gran esfuerzo, con deseo de servir. Ahorita ya enseñé a mis hijos y a mis empleados para que hagan las cosas bien y a los clientes les sirvan de lo mejor.
Por el restaurante han pasado muchos artistas, dueños de las televisoras, de los principales periódicos nacionales y locales, y hasta internacionales. Todo eso es muy bonito, es algo que hemos vivido con mucho gusto y humildad.
Lo que no dice es que varios presidentes de la República, estando en funciones, han saboreado los manjares de El Cuchupetas, a quien se han llevado a otros lugares para que les prepare banquetes que les han dejado marcados, lo mismo que los sucesivos gobernadores del estado.
Apenas el 17 de octubre, en un acto nacional de inauguración de la Autopista Mazatlán-Durango, en territorio duranguense y ante el presidente Enrique Peña Nieto, el secretario de Comunicaciones y Transportes lamentó que en esa ocasión la comida de festejo no hubiera sido en El Cuchupetas.
Hombre humilde y modesto, no se detuvo por la falta de preparación académica. Yo sólo llegué hasta sexto año, pero “a todo me he enseñado, nomás no me enseñé a hablar inglés. Lo único que sé decir es “yes” y aidonow” (se ríe).
Viendo hacia adelante, se congratula de que el restaurant esté consolidado, que los suyos hayan aprendido su manejo, porque esa es la poca herencia que les vamos a dejar. Mis hijos ya saben que yo soy muy duro con ellos, pero lo que quiero es que sepan servir a la gente, porque eso es lo que mejor podemos dar y hacer”.