QUIÉN SERÁ EL PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS?

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ELIO EDGARDO MILLÁN.

Los sondeos opinión nacionales son una buena guía para saber qué tan populares son los candidato a Presidente en todo el país, pero no son necesariamente una buena herramienta para predecir el resultado de la elección. Porque para ser Presidente electo se requiere que, además de ganar con el voto directo de los ciudadanos, debe triunfar en el Colegio Electoral: la institución donde de cuentan los votos que el sistema electoral le otorga a cada Estado de acuerdo la cantidad de la población que posee. Dicho en otra forma la elección en Estados Unidos es indirecta.

Hasta este 2 de noviembre las encuestas indican que Joe Biden tiene una ventaja significativa y firme sobre el presidente Donald Trump en la carrera electoral de Estados Unidos, tanto en los sondeos nacionales como en los de los llamados «estados péndulo». Vale decir de pasada que el candidato demócrata también tiene una considerable ventaja financiera, lo que significa que podrá inundar los medios con su manifiesto antes de la votación. No obstante que, según el portal FiveThirtyEight, el margen de Biden sobre Trump cayó de 9,3% a 7,5%, una reducción de casi dos puntos. Al mismo tiempo, la aprobación del presidente pasó del 40,2% a fines de julio al 43,2%.

 

PRIMER IMPONDERABLE.

1.- Como se afirmó el sistema del Colegio Electoral que se utiliza en Estados Unidos para elegir al Presidente, cada estado recibe un número de votos según su población. Hay un total de 538 votos del colegio electoral en disputa, por lo que un candidato necesita obtener 270 para ganar. Es preciso aclarar que, por lo general, los estados votan por el mismo partido, pero existen estados bisagra o péndulo que tienen más votos en el Colegio Electoral que otros, pero además tienen comportamiento electoral que suele alternar sus preferencias electorales, por lo que los candidatos suelen pasar mucho más tiempo haciendo campaña en ellos.

Prácticamente en todos los estados péndulo: Arizona, Carolina del Norte, Florida, Michigan, Minnesota, Nevada, New Hampshire, Ohio, Pensilvania, Virginia y Wisconsin, lleva ventaja Biden, con un promedio de 1.5% porcentual. Trump sólo lleva ventaja en dos Estados Iowa y en Texas; en el primero gana con un porcentaje igual al obtiene Biden sobre Trump en la mayoría de los estados y, en el segundo, el Presidente le gana a su opositor con un 2.3%. Pero la estrecha competencia pudiera cambiar la balanza a favor de Trump, aunque este es escenario es casi improbable.

SEGUNDO IMPONDERABLE.

2.- El vuelco probable de Trump a retomar la ventaja escriba en que el resultado electoral difícilmente será el mismo de las elecciones -mañana, pues-, toda vez que la pandemia ha impelido a 100 millones de norteamericanos a votar en las casillas que les corresponden y lo han hecho a través del correo a la «antigüita», es decir, con una boleta de papel y un lápiz. Trump y sus correligionarios han dicho que puede haber fraude por esta modalidad, como el ladrón que grita: “Al ladrón, agarren al ladrón!

Ya los republicanos están decididos a armar una trifulca que puede llevar a resultados impredecibles, al grado de que EEUU quedaría sin Presidente. En este peligroso vacío político la Corte Suprema tendría que denominar al Trump o a Biden como el titular de la Casa Oval. Pero Corte Suprema no sería imparcial, pues de sus nueve miembros que la integran, seis son republicanos de pura cepa. Si ocurriera esta catástrofe se armaría una confrontación de consecuencias impredecibles. Lo cierto es que mañana no tendremos Presidente electo, porque se tendrán que contabilizar los votos por correo, uno por uno, en la que estarán pendientes los representantes de los dos partidos y un impresionante conglomerado de abogados.