Culiacán, Sinaloa.- El Grupo Parlamentario del Partido Sinaloense, PAS, plantea que las Comisiones de Protección Civil, Seguridad Pública y Participación Ciudadana tengan un acercamiento con las autoridades de los gobiernos federal, estatal y municipales, con el objetivo central de la elaboración e implementación de un plan extraordinario para prevenir que en Sinaloa sigan ocurriendo más desgracias ocasionadas por las lluvias y que estas acciones sirvan de base para construir un plan de atención a inundaciones, en el futuro.
La propuesta del Diputado Héctor Melesio Cuén Ojeda, líder y presidente de este instituto político, fue dada a conocer por el también legislador del PAS, Robespierre Lizárraga, quien advirtió que Cuén observa que el nivel de las 11 presas de nuestro estado están registrando un nivel histórico e incluso, en opinión de algunas autoridades de Conagua, ya alcanzaron en promedio el 100 % de su capacidad de almacenamiento; esto quiere decir que es posible que en nuestra entidad se puedan presentar grandes desgracias. No es nuestro interés provocar falsas alarmas ni provocar en la población miedos y temores infundados; por el contrario, sólo nos interesa que prevalezca la prevención, agregó.
Este 2015 se ha caracterizado por ser un año con lluvias intensas y por contar con una proyección de tormentas tropicales por arriba de la media, de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
El 7 de julio el Partido Sinaloense presentó desde tribuna un posicionamiento para llamar la atención sobre lo lluvioso que iba a estar este año y del peligro que significaba para la entidad los ciclones que, según la Comisión Nacional del Agua, serían 19 en el Océano Pacífico. Pero sobre todo, en aquella fecha el PAS y Cuén exhortaron a los gobiernos para que elaboraran un diagnóstico de las condiciones en que se encontraban arroyos, drenes, canales y ríos de Sinaloa para que, con esta base, se implementara un plan estratégico de limpieza, desazolve, ampliación, encauzamiento y revestimiento de estos. Además, Cuén y el PAS ya habían solicitado que se modernizara el sistema de monitoreo y de alerta a la población, en tiempo real, así como la obligatoriedad de realizar estudios hidrológicos e hidráulicos, para el otorgamiento de licencias de construcción, tanto para la obra privada como para la pública.
El posible impacto directo de algún huracán a Sinaloa no es simplemente una teoría, sino que corresponde a un seguimiento de los datos históricos del Servicio Meteorológico Nacional. Prueba de que si no actuamos con responsabilidad, las afectaciones por las lluvias serán mayores. Basta con revisar los estragos ocasionados por el agua que cayó debido al ciclón “Linda”, formado entre el 9 y 13 de septiembre. Según datos de las autoridades, el centro y el sur del estado registraron alrededor de 3500 personas perjudicadas, casi mil viviendas dañadas y miles de pesos en pérdidas de objetos materiales; estamos hablando de los municipios de Angostura, Culiacán, Elota, San Ignacio, Mazatlán y El Rosario. A lo anterior habría que sumarle cientos de hectáreas de diversos cultivos dañados. Asimismo, con las lluvias presentadas en la región, nuestras 11 presas ya registran un lleno histórico. Según la Conagua, al 20 de septiembre tenían un promedio de almacenamiento de 85.2 % con 13,095.6 millones de metros cúbicos, siendo que la capacidad de conservación de las 11 presas es de 15,364.6 millones de metros cúbicos. Prácticamente cinco presas, la Miguel Hidalgo, la Josefa Ortiz de Domínguez, la Eustaquio Buelna, la Sanalona y la Aurelio Benassini, ya están por encima del 100% de su capacidad de almacenamiento. Lo anterior ha obligado a que la CONAGUA abra las compuertas de las obras de toma para desfogar los volúmenes extraordinarios que junto con los que se liberan por la obra de excedencias, permiten disminuir los niveles de almacenamiento, sin embargo, esta estrategia requiere mayor planeación y coordinación para atender las sobre elevaciones del agua en las partes bajas, sobre todo en las zonas de explotación de materiales pétreos y en los puentes vados que atraviesan los ríos y arroyos por donde diariamente circulan personas y diversos transportes. A consideración de Cuén y el PAS, mínimamente se debería informar a los pobladores de la zona de influencia de los riesgos por incrementos de la profundidad del agua, señalizar las zonas de peligro e impedir el cruce por los puentes vados. Otras obras de infraestructura hidráulica que no se les da seguimiento y que pueden generar situación de riesgo lo constituyen los pequeños almacenamientos de agua, que pueden tener cortinas hasta de 10 metros de altura y longitudes hasta de 100 m, lo que conocemos comúnmente como represas, construidos bajo las reglas de operación de SAGARPA y que CONAGUA no revisó el proyecto ni su construcción; tan sólo en 2014, en Sinaloa se construyeron 60 unidades de este tipo. Asimismo, en caso de avenidas extraordinarias se realizan derivaciones por la red de canales principales y de algunos laterales que conducen el flujo hacia la red de drenes agrícolas, esta medida ha hecho que algunos poblados sin tener un río o arroyo cercano se inunden, ya que la capacidad hidráulica con la que fueron diseñados los drenes es rebasada, se tiene el caso de la Sindicatura de Villa Juárez Navolato con inundaciones recurrentes.
Todo lo anterior, observa el Diputado Cuén, presupone que Sinaloa podría tener todavía más problemas de inundaciones en lo que resta del periodo. De hecho, recientemente ya se han registrado crecientes en ríos, arroyos y canales, según han informado los medios de comunicación, de manera oportuna. Por desgracia, hasta el momento, en esta temporada de lluvias, Sinaloa no ha tenido saldo blanco. Hasta el momento ha habido seis decesos: una niña de 2 años, Yuliana Alejandra, fue arrastrada por un arroyo en la Sindicatura de Jesús María; Damián Alexander, de 7 años, pereció en un canal de la colonia Chulavista, en Culiacán; Daniela, de 14 años, perdió la vida en un arroyo de la colonia Díaz Ordaz, en Culiacán; Alejandro Pacheco, de 2 años, se ahogó en la corriente de un arroyo en la comunidad de Rancho Viejo, perteneciente al municipio de Mocorito. De igual modo, José María Gaxiola López, quien tenía su domicilio en Bacorehuis, falleció al caer su vehículo en una obra hidráulica que tenía una gran cantidad de agua, debido a las lluvias. Por su parte, Alfredo Rodríguez Carvajal murió este 20 de septiembre al tratar de cruzar en automóvil el río Sinaloa, a la altura del poblado de Chocoapana, Sinaloa de Leyva, mientras que Alfredo Rodríguez Arredondo se encontraba desaparecido. Llama mucho la atención este último incidente, ya que debido al aumento del caudal de ríos y arroyos, las autoridades estuvieron cerrando el paso a peatones y automóviles por esos lugares; sin embargo, que haya ocurrido este lamentable hecho nos habla del deficiente seguimiento y atención que se les da a los puntos peligrosos, señaló Cuén Ojeda.
“Ahora bien, y volviendo a las posibles inundaciones, hace apenas unos días un medio de comunicación relató un amplio reportaje sobre la existencia del Atlas de Riesgo para el Municipio de Culiacán, identificando 75 puntos como zonas de riesgo por inundaciones. Bajo las condiciones hidrológicas actuales de lluvias de alta intensidad y de corta duración más los cambios de uso del suelo, las 75 zonas de riesgo han aumentado y no se sabe en qué proporción ya que los que están monitoreando las inundaciones son los ciudadanos a través de las llamadas de auxilio, cuando sus bienes y su persona están en peligro. El Plan Municipal de Desarrollo para Culiacán de esta administración solo plantea limpieza y desazolve de los arroyos que cruzan la ciudad, no contempla infraestructura urbana para resolver problemas en zonas de inundaciones recurrentes y para las sindicaturas y comisarias no se tienen propuestas a desarrollar en este tema. Por ello, el Atlas de Riesgos debe actualizarse y de manera simultánea el Reglamento de Construcciones del municipio, así como ampliar el organigrama del Ayuntamiento incluyendo el departamento de atención a riesgos, o bien conferirle esta función al IMPLAN, o al organismo operador de agua”, dijo.
Ante tal situación, agregó, es importante plantear diversas acciones para prevenir o reducir las inundaciones en los sitios habitados y establecer estrategias rigurosas para los proyectos de infraestructura a construir, que eviten inundaciones y continuar con la vigilancia de las mismas mediante los sistemas de monitoreo satelital y de instrumentos meteorológicos adecuados. En este último aspecto destaca que Sinaloa, en 1985, tenía 194 estaciones climatológicas operando; hoy sólo tiene 74 y están diseminadas en las partes altas de las cuencas, en la zona costera son escasas y sin información en tiempo real, por lo que el sistema de pronóstico y seguimiento de fenómenos naturales en las costas es deficiente.
“Este posicionamiento es importante para el Grupo Parlamentario del Partido Sinaloense, y con el mismo sentido se desea transmitir a esta Comisión Permanente, para que sea valorado en su real magnitud y se considere el llamado para realizar la implementación de más y mejores medidas precautorias. Desde luego, no desestimamos los esfuerzos que están haciendo las autoridades junto con Protección Civil estatal y municipal; sin embargo, somos de la idea de que aún es posible establecer más medidas preventivas y correctivas que disminuyan los impactos de las inundaciones. Recordemos una recomendación básica del Servicio Meteorológico Nacional: Lo más importante de esta proyección de ciclones tropicales es que nuestras autoridades y principalmente la sociedad en general, esté atenta y lista para recibir el impacto de por lo menos un huracán, un ciclón tropical o tormenta tropical; no importa la intensidad, sino el estar preparados ante estos desastres naturales”, finalizó.