LIMA. El presidente interino de Perú, Francisco Sagasti, rechazó ayer un pedido de militares retirados a los altos mandos de las fuerzas armadas para desconocer el resultado de la segunda vuelta presidencial, celebradas el pasado día 6 y en las que se impuso el socialista Pedro Castillo, con el argumento de que hubo supuestas irregularidades en la contienda.
El gobernante interino destacó en un mensaje televisado que solicitó a la ministra de Defensa, Nuria Esparch, coordinar el envío de estos llamados al Ministerio Público para realizar las investigaciones necesarias con la finalidad de “determinar posibles conductas lesivas al orden constitucional y se establezcan las respectivas responsabilidades”.
El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas recibió el jueves una carta suscrita por más de mil militares jubilados pidiendo, en referencia a Castillo, que Perú tendría un “presidente ilegal e ilegítimamente proclamado” si el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) “desestima las documentadas denuncias” de fraude hechas por la candidata derechista Keiko Fujimori.
La misiva de los oficiales, que sigue a otra semejante divulgada el lunes por 64 generales y almirantes retirados, afirma que las “altas autoridades del gobierno han tomado parte a favor” de Castillo, lo que fue negado por el presidente interino.
Flanqueado por Esparch, Sagasti reviró que “es inaceptable que un grupo de personas retiradas de las fuerzas armadas pretenda incitar a los altos mandos del ejército, la marina y la fuerza aérea para que quebranten el estado de derecho.
“En una democracia las fuerzas armadas no son deliberantes, son absolutamente neutrales y son escrupulosamente respetuosas de la Constitución”, afirmó Sagasti, quien debe traspasar el mando al nuevo presidente el 28 de julio.
El anuncio se dio en momentos en que la policía nacional informó que hoy desplegará 3 mil efectivos para vigilar las manifestaciones tanto a favor de Castillo como de Fujimori, que se desarrollarán hoy en distintos puntos del país. A la movilización se sumarán colectivos civiles independientes y ciudadanos apartidistas para defender los resultados oficiales.
Castillo, abanderado del partido Perú Libre, obtuvo 50.125 por ciento de los votos de la segunda ronda electoral, frente a los 49.875 puntos ganados por Fujimori, de Fuerza Popular, una diferencia de 44 mil 58 sufragios. La Oficina Nacional de Procesos Electorales culminó el martes con escrutinio del 100 por ciento de las mesas electorales.
Fujimori ha insistido en denunciar fraude en el balotaje desde que Castillo pasó adelante en el escrutinio, pero sin aportar pruebas contundentes. La derechista busca anular unos 250 mil votos, emitidos en su mayoría en áreas rurales pobres, aun cuando la mayoría de los pedidos de impugnación fueron presentados fuera del plazo establecido al JNE.
El partido de Castillo ha rechazado las acusaciones, y los observadores internacionales de la contienda, entre ellos una misión la Organización de los Estados Americanos, avalan su transparencia.
Con información de La Jornada