Los ganaderos locales demandaron la reapertura del Rastro Municipal, cerrado por problemas sanitarios. Demandan ayuda del gobierno municipal y se quejan de que hasta el momento no han sido atendidos, lo que afecta sus actividades.
En conferencia de prensa, pidieron que la autoridad a que corresponda, tome cartas en el asunto, pues a falta de un rastro en operaciones, afecta sus posibilidades de comercializar su producto, además de afectar también a los consumidores de Mazatlán.
El rastro tiene ya tres semanas cerrado por decisión de la Comisión Estatal para la Prevención de Riesgos Sanitarios, cuyos inspectores encontraron que las condiciones de operación de esas instalaciones no garantizaban la salud de los consumieres finales del producto.
El edificio, reconocieron, es viejo y no ofrece las mejores condiciones para trabajar, pero apuntaron que mientras se da una respuesta, ellos no han podido vender su ganado. Ante la falta de funcionamiento del rastro, tendrían que llevar sus reses a Culiacán, lo que les ocasiona más gatos y por tanto más dificultades económicas en su actividad.
Acusaron además que esta situación está incentivando la operación de rastros clandestinos, de las que se aprovechan otras personas que no son ganaderos de profesión, afectándose de nuevo, tanto a los productores establecidos como a los consumidores, cuya salud se pone, ahí sí, en verdadero riesgo.
Por lo pronto lo que se ha hecho es trabajar en acciones de corrección que tienen a la mano, como capacitar a los trabajadores del rastro para que una vez puesto en operación de nueva cuenta, se opere conforme a las reglas sanitarias indispensables. Adelantaron que incluso tienen ya contacto y compromiso con una empresa nacional que está especializada en el tema y que será la encargad de capacitar al personal para que no se vuelva a incurrir ya en acciones fuera de norma.