Periodistas salen del país por falta de garantías

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Es difícil tener que cerrar la puerta de tu casa, dar la espalda y caminar en sentido contrario. Pensar que dejarás atrás tantos años de trabajo, de lucha, de visibilizar historias. Dejar atrás  lo que te apasiona, que es el periodismo, dice con tristeza María de Jesús Peters Pinopremio Ortega y Gasset de Periodismopremio Nacional de Periodismo, y premio a lo Mejor del Periodismo que otorga el Grupo de Diarios América.

La corresponsal de EL UNIVERSAL toma junto con su compañero de vida y profesión, Juan de Dios García, director de la agencia Quadratín Chiapas, la decisión de refugiarse en Estados Unidos tras recibir ambos amenazas de delincuentes que operan en Chiapas, y por no tener garantías, menos la certidumbre, de autoridades del país para que puedan preservar su vida ni la integridad de sus familias.

En charla con EL UNIVERSAL no esconden su miedo a lo que vendrá; la incertidumbre de dejar todo, la familia, su casa, sus pertenencias y no saber cuándo regresarán, si es que hay condiciones para regresar. El temor y el enojo de que no saber si habrá justicia para ellos. El temor de ser una estadística más en un país donde matan a periodistas.

Su abrupta partida del país, comentan, es triste y muy humillante por una larga trayectoria común de premios y reconocimientos por su trabajo periodístico, conjunto e individual,  difundido en México, en América, en Europa; narrando, mostrando historias de migrantes y las vejaciones que reciben en su paso por nuestro país.

Con su exilio obligado, señala Peter Pino, se priva a los ciudadanos, a la sociedad, de su derecho a que conozcan una historia que se conozca de viva voz, una realidad, lo que está pasando, ya sea en el tema migratorio temas sociales o sean todos los temas, “desde ese momento cuando se apaga una pluma desde ese momento muy lamentable”.

¿Cuál es su primera valoración, su impresión de este vuelco en sus vidas. No será fácil para ustedes dejar atrás su vida, su trabajo?

Juan de Dios: Para nosotros es triste y muy humillante para nosotros que un Gobierno no te dé las garantías, la seguridad y ese respaldo que necesitas para que puedas ejercer bien el periodismo aquí en México. Al contrario. lo vemos que es como una forma de ensañarse con los medios de comunicación. Eso es lo que nos preocupa, por eso este he tomado la decisión junto con Mari (María de Jesús Peter) de abandonar nuestro país y de llevarnos a nuestra hija para tratar de ubicarnos en otro lado en donde podamos este tener al menos la vida. Evitar que nos dañen el vínculo familiar. En este momento me considero que estoy muy mal psicológicamente por toda la situación que ha pasado. Nos han desbaratado. Tenemos miedo, yo tengo miedo, lo digo lo reconozco abiertamente, y más miedo que nadie nos pueda hacer justicia.

María de Jesús Peter: Para mí ha sido muy difícil todo esto. No es fácil cerrar la puerta de mi casa, no ha sido fácil dejar pensar que voy a dejar atrás tantos años de trabajo, de lucha, de visibilizar historias. Dejar atrás esto que a mí me apasiona, lo que a mí me gusta hacer; pero también está el temor de no ejercer con toda libertad mi trabajo. Tenemos miedo, hemos pasado momentos muy difíciles psicológicamente, estamos afectados Juan, mi hija, yo, porque no puedes quedarte a esperar, a pensar, si realmente las amenazas se van a cumplir y en qué momento. Tampoco quedarme encerrada en mi casa esperando o con la incertidumbre que en algún momento le pase algo a mi hija porque tampoco la puedo tener encerrada, ella tiene que tener sus actividades escolares pero viendo esta situación tan difícil y viendo sobre todo que los periodistas no tenemos esa garantía y viendo que sí están matando a los compañeros y han matado a muchos y que no hay justicia, entonces no podemos esperarnos a engrosar estas estadísticas, tampoco voy a esperarme a que vayan y le den el pésame y a mi mamá. Por eso es que tomamos esta decisión de ausentarnos, de irnos del país porque vemos que no hay la seguridad para nosotros como periodistas ni tampoco ha habido justicia para quienes los han asesinado.

Ha sido muy triste dejar todo atrás, ha sido demasiado triste cerrar las puertas de mi casa, decir adiós a mi familia, a mi madre, a mis hijas, dejarla en un momento muy difícil, está enferma y ella depende un poco de mí; sus palabras me resuenan pues ella lamenta que yo la dejé en un momento muy difícil. Es muy complicado, todavía no lo puedo asimilar, estamos en shock, saber qué va a pasar con nosotros. Tenemos muy claro que vamos a luchar, siempre hemos sido lucha y vamos a luchar.

¿Ustedes ya habían tenido señales, algún incidente, de amenazas?

Juan de Dios: En el 2016 supuesta persona que se identificó como Ramón Roca Suárez llamó para amenazarnos, que necesitaban que les diéramos dinero para que no se metiera con nuestra familia, para que no me hiciera daño. Nos dice claramente ¿qué quieres ser? ¿amigo o enemigo del cártel de Los Zetas? En el 2018 igual nos hicieron amenazas en el 2019 también tuvimos amenaza. Se presentaron (las denuncias) ante la Fiscalía General de la de la República y no pasó nada, ante la Fiscalía General de Justicia del Estado, tampoco pasó nada.

Platicamos con periodistas estadounidenses que trabajan en México y nos dijeron ‘esto no es normal, tiene que moverse todo’. Nos preguntamos Mari yo qué estaba pasando, y acordamos abandonar (el país) a tratar de hacer periodismo en la medida que se pueda en algún otro país, en algún otro lado, mientras tratamos de ver si hay mejores condiciones en México, que se garantice la seguridad de los periodistas y poder retornamos; porque no podemos dejar tiradas nuestras raíces, nuestras propiedades, nuestra familia, todo lo que significa nuestra vida y como dice Mari cerrar, de la noche a la mañana, tu casa. Dejar todo y nada, tomar dos maletas para tratar de abandonar el país.

¿Se acercaron ustedes con alguna autoridad?

Yo me acogí, porque no lo quería hacer, porque no tengo confianza en la autoridad mexicana, porque lo que se está viendo que hay una descomposición, hasta cierto punto una tolerancia, me atrevo a decir hasta una complicidad con el narcotráfico o con los grupos criminales que están operando en México, porque no se les está deteniendo no se no se les se les está permitiendo que actúen libremente contra la impunidad.
Se acercaron gente del mecanismo de protección a defensores de los derechos humanos y periodistas, platicaron conmigo y aceptamos pero acepté por recomendación del comité de protección de periodistas de Estados Unidos quienes nos están dando en este momento un acompañamiento para que este pues tengamos más respaldo y estemos más tranquilos en este difícil camino que estamos transitando.

De igual forma CPJ nos acompañó ante la Fiscalía General de la República para que  se integrará la averiguación previa. Vamos a ver. Si hay resultados rápidos de que va a haber justicia podríamos regresar antes, pero no sabemos todavía para cuándo o qué tiempo nos vamos.

¿Todo es incierto?

Juan de Dios: Todos incierto. Vemos el actuar de las autoridades,  vemos que hay hasta cierto punto una forma una forma perversa de estar atacando a los medios de comunicación. Están responsabilizando de fracasos, de aspiraciones de otro tipo, políticas de algo, nos están viendo en términos generales como enemigos de un sistema. Nosotros no somos enemigos, no tenemos nada que ver con toda esta situación política. Nosotros ejercemos nuestro periodismo. Lo digo en términos generales, los periodistas estamos trabajando pero no se puede, hay miedo. Yo tengo miedo y lo peor es que no hay solución, no hay justicia porque no se ha visto que se detengan a los autores intelectuales ni los ni los materiales de estos homicidios de periodistas.

¿Cómo fue el proceso para obtener este asilo?

Nosotros platicamos con los compañeros (de medios internacionales). Somos fixers. Mari y yo somos fixers. Les trabajamos en el tema migratorio, somos literalmente expertos en el tema de la migración y les damos el servicio como trabajadores independientes a medios de comunicación tanto de los países del  Norte como Estados Unidos y Canadá, como a países europeos como Francia, Bélgica, España, Alemania, o en Japón. Es una cartera amplia que tenemos porque saben de nuestro trabajo y de nuestra experiencia. Todos ellos nos hablaron, nos han externado el apoyo muchos de ellos.

El CPJ nos ha dado el acompañamiento. También le agradezco mucho a la Embajada de Estados Unidos por precisamente darnos facilidades y ver nuestro caso con una preocupación y extendernos nuestras visas para poder abandonar territorio y que nosotros podamos seguir nuestro trámite de la forma que consideramos prudente en Estados Unidos.

La verdad México no se ha preocupado por nosotros ni creo que por ningún otro periodista para que traten de preservar la vida.

Su ausencia nos priva al público de conocer esas historias que ustedes han plasmado con su trabajo

María de Jesús Peter: Si. Yo considero que cuando matan a un periodista se mata la verdad. También, se priva de un derecho a que conozcan los ciudadanos, la población, la sociedad, una historia. Que se conozca de viva voz una realidad lo que está pasando ya sea en el tema migratorio temas sociales. Desde ese momento, cuando se apaga una pluma, es muy lamentable y triste porque en mi caso creo que escribí muchas historias, visibilicé muchas injusticias y me considero una persona que estuvo con ellos (los migrantes), que los escuchó, que les dimos voz a esas personas que no tenían voz. Para mí es muy triste y lamentable que hoy esas personas se van a quedar sin alguien que los escuche, que les cuente y que visibilice sus historias. Eso es lo que lo que más lamento, que se ha apagado esa esa luz para contar esa verdad, que nosotros como periodistas estamos en el lugar de los hechos y estamos contando esas historias, visibilizando en mi caso con imágenes, con gráficas, toda esta realidad.

Su intención es hacer periodismo y regresar a hacer periodismo, pero así, en esas condiciones se vuelve difícil.

María de Jesús Peter: Claro. Yo he pensado que si en dado caso me dijeran ‘oye vas a regresar’. Sí, pero ¿bajo qué condiciones? Porque yo no voy a cambiar mi línea, no voy a hacer otro tipo de periodismo. De hecho no me veo haciendo otro tipo de periodismo más que el que yo sé hacer, el que me gusta, el que me apasiona. Entonces para que yo pudiera trabajar necesito que realmente tenga yo esa libertad y goce de esa garantía de ser libre y de escribir lo que tenga que escribir, la historia que tenga que contar le duela a quien le duela o le afecte a quien afecte.

¿En este momento se acercó  alguna autoridad de México para ofrecerles algún otro panorama y no se vayan?

Juan de Dios: Se han acercado el Mecanismo de Protección para Defensores de Derechos Humanos para ofrecernos varias cosas. Pero la verdad aun con ese ofrecimiento no nos han quitado del corazón toda esta incertidumbre que tenemos, todo este miedo , todo este temor que estamos viviendo, que estamos atravesando.

Ahora el Gobierno cómo tal, como estructura, no se nos han acercado con nosotros. Fuimos a la Fiscalía (General de la República). Fui a tocar precisamente para dejar un antecedente y que no vayan a decir mañana o pasado que no vinieron o no sabíamos del caso.

Nosotros todo el tiempo documentamos y como dice Mari, documentamos con fotos, con vídeos y con nuestros escritos. Hemos presentado ante la Fiscalía General de la República todas las denuncias, tenemos sellos, tenemos todos los documentos, los portamos con nosotros para demostrar lo que estamos diciendo y lo que estamos haciendo con nuestro trabajo.

Enoja que no tengan estas garantías que deben tener para estar en México. Eso es lo complicado para ustedes.

María de Jesús Peter: Pues sí. Creo que sí es complicado la verdad es que yo le he dado vueltas y caigo en el mismo punto, que es complicado, a veces creo que hasta un poco imposible, regresar. Mi hija me pregunta cuándo vamos a regresar y no puedo decirle cuándo si es que vamos a regresar o no vamos a regresar. Es complicado decir cuándo. Estamos en un momento que no sabemos qué va a pasar con nuestras vidas, no sé qué va a pasar con todo esto. Lo triste es que somos los medios en provincia los que estamos más expuestos y más desprotegidos, olvidados e ignorados por las autoridades. Porque muchos tocan puertas y nadie se las abre.

Gracias a Dios nosotros hemos tenido la suerte de que se nos han acercado medios internacionales, que ellos mandaron una carta a la Embajada de Estados Unidos respaldando nuestro trabajo y  pidiendo que no se nos negaran las visas porque ellos sí saben el trabajo que hemos hecho, que hemos hecho con ellos y que con ellos se han hecho trabajos muy buenos, que les ha valido muchos premios también a ellos.

Entonces, pues es triste no saber cuándo voy a regresar y si es que voy a regresar al lugar donde he sido tan feliz, donde ejercí mi trabajo con toda esa convicción, con todo mi cariño y respeto hacia quienes entrevisté o quienes me abrieron las puertas, comunidades indígenas que es difícil entrar con ellos y ellos me han acogido, nos han permitido entrar a hablar con ellos y contar las historias de ellos. Entonces, es difícil todo esto.

 ¿Qué se siente dejar parte de nosotros en un país donde no hay protección para los periodistas y qué se siente dejar atrás de carrera periodística? ¿Cómo están asimilando esa parte de dejar su país pero también esa carrera periodística?

Juan de Dios: La verdad es súper triste y doloroso. Yo no sé hacer otra cosa. Me preguntaba una compañera periodista de El País ¿y qué vas a hacer allá? Pues no sé. Yo no sé hacer otra cosa que hacer que hacer periodismo. Lo que hacemos nosotros es la denuncia de la más pura. Mari ha visibilizado los conflictos de Chalchihuitán qué es lo que le dio la vuelta al mundo y está ahí y está plasmado las páginas de EL UNIVERSAL y eso es triste. No tenemos miedo de salir, de ir a explorar otros países, no, porque sabemos hacer nuestro trabajo y tenemos experiencia y sobre todo tenemos responsabilidad a la hora de ejercer el periodismo. Tratamos precisamente de evitar violentar los derechos humanos o tergiversar o mentir con la información.

Es duro porque son años, lo digo con mucho orgullo. Yo trabajo con ABC News, ahí decidimos sacar hace un mes y medio, una investigación sobre la explotación de menores de edad. Le trabajamos a Al Jazira, AP, Reuters, al Globo de Brasil,  a la televisora pública de Francia, de Alemania, de Bélgica, de España. Somos uno de los periodistas que más hemos tenido interrelación en provincia con los medios internacionales, Igual a Frontline, hemos trabajado a los países del Istmo Centroamericano. Es triste decir ‘bueno, qué está pasando’. Pero más triste es que el Gobierno no nos dé esa protección, que el Gobierno nos esté negando la posibilidad de vivir en nuestro propio país, nos están coartando ese derecho que como mexicanos tenemos porque no han actuado, no han actuado desde 2016 hasta la fecha, no hay una sola recomendación que nos hayan hecho a nuestro favor de todo lo que hemos denunciado con bases con documentos, con todo. No hay, no hay.

María de Jesús Peter: Es muy difícil, para mí ha sido muy difícil, y sigue siendo difícil para mí en este momento cerrar una puerta. Cuando cerré la puerta de mi casa fue lo más difícil. Dices ‘cierro  y no sé si regreso o no regreso’. Y cerrar esa página en mi vida, cerrar esta página, dar la vuelta, darle la espalda a todos estos años de trabajo, –que realmente no han sido trabajo, es algo que a mí me apasiona–, dar la vuelta y dejar atrás todo eso no es fácil. Todavía no lo digiero. Tengo la esperanza, y guardo la esperanza muy en el fondo de mi corazón de regresar, pero de regresar con algo nuevo.

Es difícil enterarme de mis amigos en Chiapas como Fredy López Arévalo que lo mataron a balazos, o sea no digieres de eso. Yo no quiero eso para mí, ni para mi familia ni para ningún compañero periodista. Es muy triste, es muy difícil cerrar la puerta, dar la espalda y caminar en sentido contrario.

Los periodistas no estamos pidiendo seguridad, no vamos por la vida pidiendo ayuda a nadie, menos al gobierno, pero es el Estado el que debe garantizar seguridad.

María de Jesús Peter: Exacto, así es. Tiene (e Estado) de garantizarnos esa libertad de trabajo, esa libertad de publicar de lo que se tiene que decir, sin amenazas, sin nada que nos que nos calle. Y realmente es muy triste que aquí en México no la hay, no hay esa garantía para ejercer el periodismo.

Una reflexión final de uds, quizá para el gremio.

Juan de Dios: Que me voy triste porque es un Gobierno que creo que nos ha engañado, nos ha prometido seguridad, prometido cambios y no se ve. No se ve nada, Yo no veo la luz al fondo de todo este túnel, una luz de esperanza, de que va a haber justicia, de que se van a castigar a los asesinos de los compañeros periodistas. No veo nada. No creo que vaya a haber una  transformación en estos momentos que nos ayude, que nos de certidumbre.  Chiapas en este momento está convulsionado y no quieren hablar, no quieren decir qué está pasando. Hay compañeros, que hoy lo entiendo de otra forma, han sido levantados por miembros del crimen organizado, que los han levantado y nos han amenazado de muerte precisamente y porque han estado documentando viviendo esa situación. Los carteles se está posicionando ahora de todo lo que es el corredor de la frontera norte eso es lo que está pasando ahora en Chiapas nadie quiere hablar de ello, es triste.

María de Jesús Peter: Es triste la verdad qué pues recibir tantos premios. Para mí era un momento muy difícil, porque ya teníamos las amenazas, recibir un premio que era un orgullo o es un orgullo para mí como mujer, como chapaneca y como mexicana. Era mucho orgullo pero también una vergüenza que allá, en otros países, nos ven como el lugar donde se matan los periodistas, donde no puedes ejercer esa nuestra libertad y entonces es muy triste, es muy triste que así nos vean como un país donde se mata y se está matando a los periodistas, donde se mata la verdad.

Juan de Dios: Lo único que veo es que tenemos vida y tenemos dos manos. Si tenemos que empezar de nuevo, lo vamos a hacer. Lo vamos a hacer con un grito de rebeldía y vamos a tratar de denunciar todo lo que está pasando en México porque no es tolerable, no podemos permitir que se siga matando a los compañeros periodistas. Si nosotros tenemos el don de poder y de servir como medios de comunicación, como enlace para que gente vulnerable, pueda expresarse, por qué nosotros no habremos de aprovechar esa virtud que tenemos de poder escribir o poder enseñar con una fotografía o con un video todo lo que está pasando. Nosotros vamos a seguir con nuestra lucha por denunciar estas injusticias que se están cometiendo en contra de los periodistas en territorio mexicano.

 

Con información de El Universal