Por: Silvia Miichelle
Aylan no importa el agua del mar que tragaste. Te quedaste ahí en el sueño de tus padres. En la asfixia de cuatro minutos que desgarraron tus pulmones.
Pequeño… no llegaste a la orilla donde aún faltaba por correr.
El agua salobre entró como ácido a tu traquea… nariz y pulmones como una escena kafkiana con la diferencia de que no sobreviviste a la metamorfosis.
En otro extremo… tu madre y tu hermano corrieron la misma suerte… el mismo horror entró por sus ojos.
Indiferencia… dolor… vorágine social … malditas fronteras… malditos hombres de la corrupción y el poder… no hay una tierra mejor «para los que tienen que marchar a vivir una cultura diferente».ç
Aylan Kurdi, un kurdo de 3 años, apareció ahogado en una playa de Turquía y la foto en la que se ve a un agente de la policía turca transportando su cuerpecito dio la vuelta al mundo este miércoles, avivando la polémica sobre la crisis migratoria que enfrenta Europa.
Junto al pequeño fallecieron también su hermano de 5 años Galip y su madre, Rehan, además de al menos otros 12 sirios que viajaban desde Turquía en dos botes con destino Grecia.
El único miembro de la familia Kurdi que se embarcó y sobrevivió fue el padre, Abdullah.