Durante una meditación en la Basílica de San Pedro con motivo del Jubileo de los obispos, el papa León XIV pidió a los prelados ser “firmes y decididos” frente a los casos de abuso, especialmente contra menores, y actuar siempre conforme a las normas establecidas.
“El obispo debe atenerse a las disposiciones vigentes y afrontar con decisión toda situación que provoque escándalo”, expresó el pontífice ante centenares de obispos llegados a Roma.
León XIV también exhortó a los obispos a llevar un estilo de vida sobrio, sencillo y generoso, “adecuado a las condiciones de la mayoría de su pueblo”, y los llamó a ser “hombres de esperanza”, cercanos a quienes más sufren: familias vulnerables, jóvenes decepcionados, personas mayores y con discapacidades.
El papa, de nacionalidad estadounidense y peruana, enfatizó que el obispo debe ser “el principio visible de unidad en la Iglesia” y destacó virtudes como la lealtad, la apertura, la paciencia, la pobreza y la prudencia pastoral.
“Más que con palabras, el obispo acompaña con la cercanía y con el testimonio de comunidades que viven el Evangelio con sencillez y generosidad”, concluyó.
