*Parte de la “familia legislativa”
*De día es alegría, de noche guardián
Hay cientos de historias sobre la nobleza de los perros, considerados como los “mejores amigos” de la raza humana y la de “Pandora”, que no es cualquier perrita es una de ellas, contada desde el Congreso del estado de Sinaloa.
Dice el área de comunicación social de la Cámara de Diputados que no se sabe con certeza cuándo la hermosa perrita, a la que luego bautizaron como “Pandora”, llegó a ese recinto legislativo. Se cree que fue después de una manifestación de personas en diciembre pasado.
Así, dicen los comunicadores del Parlamento Sinaloense: “la mascota guardiana es parte de la “familia legislativa” donde se le quiere y se le protege. Hace equipo con el personal de seguridad y cuando realiza rondines porta chaleco táctico negro… es una perrita social y amigable, transmitiendo amor y felicidad a trabajadores y visitantes que disfrutan de su agradable compañía”.
Sin tener a donde ir se refugió en sus pasillos y jardines donde encontró el cariño de quienes la han conocido. Por su carácter noble es empática con la gente y siempre anda buscando a los trabajadores y visitantes del Congreso del Estado porque le encanta recibir caricias.
Le encanta también dar vueltas en el piso y arranca una sonrisa a propios y extraños cuando la voltean a ver. Como muchos perros, menea la cola para ir al encuentro de quienes la llaman por su nombre: ¡Pandora! Sin embargo, llegada la noche se transforma en una eficiente perra guardiana que cuida el territorio de su nuevo hogar.
Siempre acompaña al personal de seguridad en los rondines de vigilancia por todas las instalaciones del Congreso del Estado de Sinaloa.
Según la mitología griega, Pandora fue la primera mujer, dotada de todas las gracias y talentos por los dioses. Al fondo de la mitológica caja de Pandora, donde estaban todos los males que se esparcieron por la Tierra, estaba la Esperanza. Pandora se ha ganado el corazón de todos quienes la hemos conocido porque es una perrita inspiradora que seguramente representa lo que quedó en el fondo de ese mítico recipiente: la Esperanza.
