Padre Carrasco, 44 Años de Servir a Dios y a la Comunidad

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*Semblanza de una vida de vocación

*Debilidades de los sacerdotes

 

A sus 70 años el padre Manuel Carrasco Salazar, se mantiene fuerte en el físico, emocional, mental, espiritual y moralmente para seguir sirviendo a Dios. Han sido 44 años en el sacerdocio de los cuales está muy orgulloso.

Es el párroco y sacerdote desde hace 39 años en María del Mar, en Mazatlán, una Iglesia que se levantó ladrillo por ladrillo y piedra por piedra gracias al apoyo, la fe y el amor de la feligresía.

Mañana miércoles esta comunidad le agradece sus 44 años de vocación y de servicio a Cristo y a sus semejantes. Los otros 5 años estuvo con la grey de Escuinapa

En la semblanza este hombre de Dios dice que nació en 1949 en el municipio de Santiago Papasquiaro, Durango, y desde joven les dijo a sus padres que se iba al Seminario como una prueba de “vocación” y de ahí siguió el camino de la religiosidad y el estudio de materias como la filosofía y la teología. “Quise el estudio en el servicio, con sacrificios, sin comodidades”.

La entrevista fue amena, reflexiva del hombre, el humano que busca su destino y que renunció a los placeres del mundo. Dijo que algunos no le creyeron, pero de esos hace ya más de cuatro décadas.

El padre Carrasco en todos estos años dice que lo más hermoso de su vida ha “sido servir, dar alivio a las personas, porque me ha llegado gente desecha, destrozada por distintas razones; les aconsejo y al cabo del tiempo regresan para decirme que les ha ido muy bien y que siguieron lo que les dije. Son satisfacciones; otras acciones es asistir a los enfermos; darles palabras de aliento y consuelo y llevar el mensaje de Dios…”

Qué ha sido lo triste de su vida?, preguntó el reportero.

-“La muerte de mis padres; mi madre murió conmigo en Mazatlán; mi padre había muertos dos años antes. A veces uno está rodeado de personas, pero humanamente uno está sólo; como dice la canción que falta me hace mi padre…”

Dijo que a lo largo de estos 44 años no ha tenido flaquezas.

En la entrevista, en las oficinas parroquiales de María del Mar, reina la paz y la tranquilidad y hablamos de las vocaciones para servir a Dios, a la Iglesia y a la

comunidad. Reconoce que hoy son tiempos más difíciles de vocación en los jóvenes.

Sin tabús ni cortapisas, preguntamos al padre Carrasco por hechos y realidades que lastiman el “trabajo” de Cristo y a la Iglesia y hablamos sobre los temas de la homosexualidad y la pederastia en los sacerdotes como lastres que hacen daño también a la familia, como pilar principal de todas las instituciones.

-“Hay muchos pecadores; hay cosas en la Iglesia que se ven grandes, muy grandes; hay pecado y hay perversidad, pero la Iglesia es mucho más; en todos lados encontramos estas debilidades humanas y cuando las comete un sacerdote, se hacen más grandes, pero hay padres que son muy buenos, que hacen muchas obras buenas y nadie habla de ellos…del caído hay que hacer leña”, responde en la amplia entrevista.

En un mensaje final, el padre Carrasco dice que agradece a Dios el haber llegado a esta etapa de los 44 años de servicio a la comunidad; “sirviendo a Dios estoy sirviendo a la Iglesia universal. Me siento orgulloso, satisfecho de esta feligresía en María del Mar; son años que no han sido inútiles; me siento vanamente orgulloso de ser instrumento de amor y de unión en la familia mazatleca…”