Desde la semana pasada, hay aquí una larga
cadena de crímenes, que no han vulnerado los
operativos de seguridad, según las autoridades
Mientras las autoridades aseveran que los operativos especiales de seguridad no han sido vulnerados, Mazatlán fue nuevamente fue escenario de ejecuciones, esta vez por segundo día consecutivo, sin que la policía lograra detener a los responsables en alguno de los casos.
A las ocho y media de la noche del viernes, un vehículo compacto, marca Atos, fue perseguido por la avenida Oscar Pérez Escobosa, y antes de que pudiera escapar, le dispararon con diversas armas, al parecer todas AK47, de las llamadas cuernos de chivo, dejando un hombre muerto y una menor herida.
La persecución se realizó a bordo de tres camionetas, que pronto dieron alcance a sus víctimas, más o menos a la altura del llamado Parque Lineal. Quien murió fue el chofer, de nombre Rafael Millán, vecino de una colonia vecina. Quedó herida una menor de catorce años que le acompañaba, al parecer familiar del occiso.
El jueves por la mañana se produjo también un crimen: Manuel Loaiza Gutiérrez, vecino del área, fue muerto a balazos cuando salió a hacer ejercicio sobre el camellón de la avenida Cristóbal Colón. El criminal se desplazaba en una bicicleta, que le fue suficiente para huir.
En la semana se había registrado también un enfrentamiento a balazos en la colonia Esperanza, donde un par de sujetos llegó en motocicleta hasta su presunta víctima, a quien dispararon, con tan mala suerte que el agredido disparó también e hirió a su agresor. Los dos fueron llevados heridos al Hospital General, pero el de la moto murió inmediatamente después de llegar.
El lunes se encontró el cuerpo de una persona asesinada por ahorcamiento. Estaba en una bolsa negra abandonada en las profundidades del Parque Industrial Alfredo V. Bonfil, por la zona de “las Malvinas”.
También las semanas previas hubo acontecimientos graves. El lunes cinco fue asesinada una persona en el estacionamiento del restaurant Burger King, donde quedó herida otra persona. A raíz de eso se determinó un operativo especial que endureció las medidas de seguridad.
Eso no impidió que el sábado siguiente aparecieran tres personas ejecutadas a bordo de una camioneta en El Limón de los Peraza, a unos sesenta kilómetros al norte de Mazatlán.
El caso posterior fue el de tres personas más murieron en un supuesto enfrentamiento con el ejército, que nunca se confirmó ni desmintió. Esto ocurrió en la sindicatura de Mármol.