OTRAS INQUISICIONES: LA MUTILACIÓN GENITAL FEMENINA (3 DE 3)

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Siempre quise mujer chica, más que grande ni mayor. No es desaguisado del gran mal de ser mujer. Del mal tomar lo menos, díselo el sabidor, por ende de las mujeres la mejor es la menor. El arcipreste de Hita. (Cuando más pequeña la mujer, menos pecado).

Dicho en trazos muy largos, si bien la caza de brujas concluyó oficialmente, esta infame práctica continuó en lo oscurito; sobre todo en las zonas rurales de Occidente, hasta desaparecer gradualmente. Este mito inició, para decirlo fácil, cuando en los pueblos primitivos, los hombres de dedican a la caza y al combate; en cambio las mujeres pensaban e imaginaban, engendraban sueños y conformaban dioses y saberes. Al través del tiempo se volvieron profundas observadoras y rosaron el infinito viendo más allá de lo evidente. Cuando eran jóvenes y hermosas contemplan la flora y la fauna y más tarde, ya mujer, las utilizaba para curar a aquellos que amaba. Así es el inicio de las religiones y de las ciencias, por ello las mujeres…

Dicho en síntesis las mujeres -y sobre todo ciertas mujeres- eran las poseedoras del conocimiento, de ahí cuando aquella división del trabajo empezó a desfallecer y los hombres empezaron al paso del tiempo a tomar las riendas de las ciudades, las mujeres se convirtieron en sus rivales favoritas. De ahí que la iglesia católica las expulsara del púlpito y los filósofos, médicos y “científicos” las echaron de los oficios en que rivalizaban con ellas, y más aún en occidente les endilgaron el mote de brujas y las mandaron a la hoguera para que sus almas fueran purificadas, porque estaban contaminadas por sus tratos lascivos con el demonio. La invención del diablo fue el infame precedente de la creación de las brujas.

EN ORIENTE MEDIO Y ÁFRICA.

La Organización de las Naciones Unidas advirtió en el 2014, que 86 millones de niñas y mujeres en todo el mundo podrían sufrir la mutilación -más conocida como ablación- de sus órganos genitales externos en 2030, si esta práctica continuaba en los 29 países de África y Asia donde está costumbre más arraigada. Vale decir que en estos tiempos, no tan modernos en esos lares, ya les ha sido cortado el clítoris a más de 200 millones féminas.

La ablación consiste en cercenar el clítoris, que es un órgano del aparato genital femenino y que su única función es la de proporcionar placer sexual a la mujer. Su punta o glande asoma en la parte superior de la vulva, pero se extiende por el interior de los labios mayores y rodea el tercio inferior de la vagina. Su propósito es que la mujer carezca de orgasmos que les produzcan placer, bajo la suposición de que será fiel cuando llegue al matrimonio. A este de ayuntamiento le llamamos sexo procreativo.
Existen distintos tipos de ablaciones: la mutilación de tipo I es la eliminación del prepucio del clítoris y la II el corte total o parcial del clítoris, a veces con el corte de los labios menores. Estos dos tipos son los más comunes en el África occidental, mientras que en la parte oriental de este continente abunda la de tipo III, que es la ablación total con sutura de los labios de la vulva.
EFECTOS COLATERALES.

Amén que de amputan el placer a las mujeres, la “operación” puede crearles efectos a largo plazo en la salud, al incluir infecciones, complicaciones en el parto y dolor crónico. “El tema es suficientemente sensible en esas regiones, y por ello debe entenderse que las personas oculten su apoyo a esta práctica cuando se les interroga directamente. Por eso utilizamos un método indirecto para identificar el apoyo oculto de la ablación”, escriben los expertos en un estudio publicado en la revista Plos One.
Ambos sexos expresan un bajo apoyo a la mutilación genital cuando son cuestionados directamente, mientras que los métodos indirectos revelan una aceptación es sustancialmente más alta para someter tanto a las hijas como a las nueras a la ablación. Los adultos que han asistido a la escuela son más partidarios de la plática en privado, y ahí afirman que están dispuestos a admitir la ablación, concluyen los investigadores de la revista citada.
Esta más que demostrado. La mutilación genital femenina, más conocida como ablación de clítoris, tiene importantes implicaciones para la salud física, sexual y psicológica de las mujeres. Hace años que distintos organismos trabajan para erradicar este práctica. El problema principal que se encuentran es convencer a las personas sobre los peligros corren las comunidades que mantienen esta práctica.
Sea como fuere, la ablación es una práctica que les arranca media vida a las mujeres, porque en cada retorcijón en el acto sexual nos devuelve media vida; como decía mi abuela, cada rempujón es mejor que la miel virgen. Según Octavio Paz: “En la sexualidad, el placer sirve a la procreación; en los rituales eróticos el placer es un fin en sí mismo o tiene fines distintos a la procreación”.