La temperatura máxima se registró en el pueblo sureño de Villevieille. El Gobierno galo ya toma medidas al respecto.
Varios países en Europa han reportado temperaturas que baten récords esta semana y este viernes Francia no fue la excepción, al registrar 45 grados en el pequeño pueblo sureño de Villevieille, reportó la prensa de ese país.
Las escuelas rocían a los niños con agua y los asilos colocan sensores de hidratación a los ancianos mientras la nación gala batalla contra una ola de calor sin precedentes que abrasa a gran parte de Europa.
Varias personas murieron en todo el continente en episodios que las autoridades relacionaron con el calor.
Por primera vez en su historia, el servicio meteorológico galo activó el aviso de peligro por las altas temperaturas y cuatro regiones en torno a Marsella y Montpellier, en el sur del país, están bajo vigilancia especial. Según la previsión, en esa zona los termómetros alcanzarán los 44 grados.
Unas cuatro mil escuelas cerraron porque no pueden garantizar la seguridad de sus alumnos y las autoridades locales cancelaron muchas fiestas de final de curso.
Algunos criticaron al Gobierno francés por excederse, pero el primer ministro, Édouard Philippe, defendió las medidas tras la muerte de 15 mil personas en el país en una ola de calor en 2003, que alertó a Francia de los peligros de este fenómeno.
Las escuelas que permanecían abiertas intentaban mantener a sus alumnos frescos. Por ello, los profesores de la primaria Víctor Hugo de Colombes, cerca de París, dejaron las asfixiantes aulas del centro y mantienen a los niños todo el día en el exterior, refrescándolos con agua y organizando actividades tranquilas a la sombra.
«Les hago salir al patio con libros, en la sombra, donde deben estar sentados y mantenerse hidratados regularmente”, explicó la maestra Valerie Prevost. «Les decimos que mojen sus gorras y beban de forma regular. Les hemos entregado vasos reutilizables para hacerles beber muy a menudo”.
En Italia, 16 ciudades están en alerta por altas temperaturas y los servicios de protección civil repartieron agua entre los turistas que visitaban los famosos monumentos de Roma bajo un sol abrasador.
El calor cobró al menos dos vidas en España, según reportó la agencia noticiosa Europa Press el viernes.
Un hombre de 80 años se desplomó y murió en plena calle en Valladolid, en el norte del país, y un joven de 17 falleció en Córdoba, en el sur, tras perder la consciencia luego de meterse en una piscina, explicó la agencia.
Cuatro personas se ahogaron en Francia en lo que va de semana, y una niña de 12 años murió también ahogada en un río cerca de Manchester, en Gran Bretaña. El Ministerio de Salud de Francia y la policía británica advirtieron que se nade solo en zonas autorizadas.
En Berlín, una unidad de la policía empleó los cañones de agua que suelen utilizarse en movilizaciones violentas para refrescar los árboles de la ciudad.
Información de El Financiero