¿Cuántos Abarca tenemos en nómina?
MARIO MARTINI
Como presidente de todos los mexicanos, Enrique Peña Nieto tiene responsabilidad en todo lo que ocurre en el país, al menos en todo lo que pasa sobre el escenario público. No haber resuelto el tema de los muchachos desaparecidos es inadmisible porque simple y sencillamentetiene de su lado todo el poder el estado mexicano para capturar a la gavilla de bandoleros que los secuestró. Pero por lo visto, estamos frente a un enemigo superior: crimen organizado de alto nivel.
Esta terrible omisión o fallida valoración de los acontecimientos y el escándalo de la Casa Blanca de su esposa,lo colocaron en el ojo de uno de los huracanes políticos más violentos de los tiempos modernos. Ni las ocurrencias de Vicente Fox ni la violencia desatada con estulticia por Felipe Calderón, que ensangrentó al país, pusieron sobre la mesa nacional la renuncia o dimisión del presidente de la república.
Como muchos sinaloenses saben de oídas y de facto, el crimen organizado asentó sus reales sobre la nación desde la Segunda Guerra Mundial como abastecedor de drogas para el ejército norteamericano. El padre del término como se conoce oficialmente en Sinaloa desde 1944 fue el gangster Charles Lucky Luciano, quien fundó un imperio con el tráfico de heroína para la guerra. Fue el primer mafioso que aceitó con miles de dólares a policías, gobernantes de media agua y estructuras de justicia de Estados Unidos. Este delincuente, en colaboración con Benjamín Bugsy Seagal,fundador de Las Vegas, coordinó con los militares mexicanos el tráfico de marihuana y goma de opio que bajaba deltriángulo de oro mexicano por la única ruta de salida que no era otra que el estado costero de Sinaloa.
Durante los últimos 75 años, la prohibición de drogas hizo florecer el espectacular imperio que hoyen día alcanza a todas las estructuras de gobierno sin excepción, empezando porlas raíces. Al crimen organizado no interesa, por inviable pero no imposible,controlar al presidente de la república porque ya tiene controlada toda la pirámide institucional desde la base. Notiene interés ninguno en negociar con el Procurador de la República, porejemplo, si tiene controladas a sus policías. ¿Para qué gastar energía entratar de pactar con el presidente si tiene de su lado a gobernadores,presidentes municipales, diputados, regidores, etc., a quienes –con visión de futuro- financió la carrera política?
Lo he contado muchas veces: elgobierno de Antonio Toledo Corro tuvo menos de mil muertos en todo el sexenio,las que había cada tres meses en los gobiernos que le siguieron, llegando en el2010 al horrendo promedio diario de un asesinado en el estado cada 4 horas. ¿Cómo lo hizo?Negoció con el entonces único grupo quecontrolaba el tráfico de drogas en el país, dirigido por Miguel Ángel Félix Gallardo,su pariente político. “Es un delito que no compete al estado”, declaró una yotra vez.
No debe sorprender entonces que el presidente municipal de Iguala y su esposa tuvieran nexos muy estrechos y hasta consanguíneos con células criminales de Guerrero al servicio de los hermanos Beltrán Leyva. Y no debe ser motivo de sorpresa porque las presidencias municipales y las gubernaturas están penetradas desde hace muchas décadas por la organización criminal que sirvió y sirve de diversas maneras a los gobiernos constitucionales, en acuerdos formales.
No fue el gobierno el que pacificó Ciudad Juárez o Culiacán, las dos ciudades más violentas del mundo en 2010, donde las campañas oficiales delos dos sexenios anteriores fracasaron estrepitosamente. Fue la acción eficaz y efectiva del grupo delictivo de Joaquín “el chapo” Guzmán, en acuerdo con el gobierno federal, el que desplazó a grupos radicales que utilizan la violencia para negociar o ”calentar plazas” para que el gobierno muerda el anzuelo y vaya sobre sus enemigos territoriales. Esta hipótesis preliminar se apoya, entre otras aristas, en la estadística oficial siguiente: por cada 10 detenidos en el sexenio de Calderón por delitos contra la salud, solamente uno fue del grupo de Guzmán Loera. Usted se preguntará, ¿entonces por qué lo capturaron ahora?…Sencillo: para proteger a uno de los suyos , porque ya no era útil en libertad desde que el gobierno de Chicago lo declaró “Enemigo Público Número 1” y presionó a todas las policías y agencias de inteligencia norteamericanas para ir por él y porque el actual gobierno priista estaba urgido de un golpe espectacular para generar confianza en su proyecto de nación.
Indiscutiblemente, Peña Nieto es responsable directo en la convulsión del país, pero son también co-responsables los gobernadores, presidentes municipales, diputados, regidores, ministros de la Corte, servidores públicos, partidos políticos, organizaciones civiles,ciudadanos comunes etc., que no cumplen con sus responsabilidades o lo hacen en favor de los criminales organizados,voluntaria o involuntariamente.
Pero no hay que extraviar que la gangrena empieza a fermentarse desde abajo: el presidente municipal soberbio y absoluto que hace lo que le viene en gana sin tomar en cuenta a sus gobernados ni a las instituciones democráticas que tanta sangre, sudor y lágrimas costaron a los mexicanos; regidores ineptos y omisos que permiten el tráfico de influencias que favorece a familiares con contratos de adjudicación directa; alcaldes que hacen negocios con empresas de publicidad exterior que violan flagrantemente el Reglamento de Construcción del Municipio y permiten la tala de palmeras para colocar pantallas espectaculares; gobernadores que invierten millones del erario público en frivolidades personales (Los Premios Eres, por ejemplo) y condenan a cientos de escuelas de cartón; gobernantes en general que fomentan la recaudación a toda costa, propiciando la corrupción de funcionarios menores y policías municipales; el ciudadano que no cumple con las mínimas normas de convivencia, soborna y corrompe ¡La impunidad en pleno!
Esta gangrena nacional, que normalmente ataca los pies primero, fuemal diagnosticada por la opinión pública que la ubicó en la cabeza del enfermo de manera sesgada, perniciosa y convenenciera (claro que la Casa Blanca y el silencio del SAT y Televisa no ayudan). Pero noes cortando la testa como salvarán de amputar las extremidades inferiores de un país gravemente enfermo. ¿Cuánto Apodacas tenemos en nómina?