Padres de familia no llevarán a sus hijos a clases presenciales por miedo a contagios; piensan que escuelas aún no contarán con medidas sanitarias suficientes este 7 de junio
Aunque las autoridades de la Ciudad de México y educativas han reiterado que no es obligatorio y será de manera escalonada, padres de familia prefieren no llevar a sus hijos a clases presenciales el próximo lunes 7 de junio por miedo a contagios de covid-19.
Los padres de familia piensan que las escuelas aún no cuentan con medidas sanitarias suficientes, además de que el ciclo escolar está por terminar y ven más viable que sus hijos lo acaben en línea desde casa.
Alma Rosa Isaac tiene dos hijos, una niña en segundo de secundaria y un niño en sexto de primaria, para ella no es seguro el regreso a clases hasta que baje más el índice de contagios por covid-19 en el país y exista un avance médico garantizado, ya que “no voy a poner en riesgo la salud de mis hijos”.
Para la madre de familia la decisión de regresar a clases presenciales a partir del 7 de junio en la CDMX es “una estrategia de intereses políticos y no de salud”.
«La sociedad tiene la ventaja de adaptarse a cualquier escenario o situación que aparezca, pero tiene la desventaja de estar desinformado y dejarse llevar por grupos minoritarios”, aseguró.
De acuerdo a un sondeo que publicó Excélsior en pasados días, alrededor de 90% de padres de preescolar y primaria de la Ciudad de México respondió en las consultas que no desean regresar a clases presenciales el 7 de junio.
Uno de ellos es Rubén Palomares Cuevas, padre de Ana Zoé, quien cursa el sexto grado en la Primaria José Inés Novelo en la alcaldía Álvaro Obregón, donde solamente 17 padres de familia se pronunciaron a favor del regreso a clases presenciales, mientras 317 votaron por el no.
«El regreso a clases presenciales ya es necesario por la salud mental de los niños, pero debe ser cien por ciento seguro para que no existan contagios de coronavirus en los planteles”, afirmó.
Destacó que también debe haber un compromiso por parte de los padres de familia para que sus hijos sigan llevando a cabo en la escuela las medidas sanitarias que vienen realizando en casa, como el lavado de manos, el uso de gel y la sana distancia.
«En clases no se deben compartir los colores o plumas, cada niño deberá llevar sus propios útiles, además de su propio papel higiénico, cubrebocas y la sanitización al llegar y salir de la escuela, así como al llegar a casa”, agregó.
De acuerdo con la Asociación Nacional de Padres de Familia (ANPAF), las razones por las cuales los padres de familia no llevarán aún a sus hijos a las escuelas son que tres de cada 10 consideran que el ciclo escolar ya terminó y no tiene caso; 17% a que en casa no todos están vacunados y los niños los pueden contagiar; 5 % a que las escuelas no tienen agua ni jabón; y 23 % debido a que tienen miedo de que sus hijos se enfermen.
Para Claudia Suárez Aguilar, quien tiene a su hija en segundo grado de secundaria, ya no tiene caso llevarla porque solo falta un mes para el fin de curso, además de que no ve 100 por ciento seguro el regreso a clases presenciales.
Es imposible, aún con la modalidad escalonada podría haber contagios, simplemente en el traslado al centro educativo”, comentó.
Aunque considera que hay ventajas en regresar a las aulas, como “una mejor forma de aprender y solventar dudas escolares para los alumnos; las desventajas son mayores, porque primero está la salud de nuestros hijos”.
La Autoridad Educativa Federal de la Ciudad de México (AEFCM) señaló que para las escuelas que decidan abrir el 7 de junio la organización de grupos dependerá de la capacidad de los salones, el uso del uniforme no será obligatorio, se trabajará con los útiles que ya cuentan los menores y el horario de asistencia será máximo de cuatro horas.
A pesar de todas las medidas que anunciaron las autoridades, para Cristina Esteban, madre de Andrea Agüero, quien va en segundo de preescolar, éstas son insuficientes y por lo mismo no llevará a su hija a la escuela.
«Las escuelas no cuentan con las medidas sanitarias necesarias, no hablo de gel antibacterial, tapetes sanitizantes, ni cubrebocas, hablo de instalaciones con detección de medidores de temperatura vigilancia de la calidad de aire, ver que tengan áreas libres necesarias, y que den los cubrebocas certificados a niños y maestros”, dijo.
Para ella el regreso a clases se debería de dar hasta que más del 70% de la población este vacunada, ya que “el 80% de los padres de los niños perfilan entre los 20 y 40 años, aunado a que los profesores pueden ser transmisores de dicho virus y a su vez los niños pueden transmitir a sus familiares de regreso a sus hogares, también pensemos en que el regresar a las aulas es sinónimo de libertad y eso podría traer un rebrote mucho más fuerte”.
«Mientras la SEP y las autoridades no muestren medidas de seguridad para la salud certeras, no enviaré a mi hija a la escuela”, aseguró.
Yunuén León Reyes, madre de la pequeña Erin, quien cursa el preescolar, también opinó que no llevará a su hija a la escuela porque “es algo arriesgado al no estar vacunados y es algo imprudente por reactivar una economía que ya está activa”.
Y es que ella y su familia si han tomado medidas sanitarias extremas ante la pandemia, “no salimos desde hace un año ni al parque y desinfectamos todo”.
Aun así piensa que el personal educativo sí puede llevar a cabo las medidas sanitarias en el plantel, aunque desconfía de los padres de familia y de los propios alumnos.
«En los niños no será tan fácil por estar jugando. Además no somos un país preparado, el semáforo solo es un símbolo ya que los contagios siguen y la gente está muy relajada”, afirmó.
Información por EXCELSIOR