*En espera de permisos para reconstruir
*Negocios ya venían golpeados por la baja afluencia turística
Las fuertes lluvias y el intenso oleaje provocados por el huracán Priscila dejaron severos daños en diversos restaurantes ubicados en la zona de playa, donde propietarios enfrentan ahora una situación crítica.
Uno de los más afectados fue el Restaurante Los Gavilanes, cuyo propietario, Ricardo Flores, manifestó que el impacto del mar fue devastador, a pesar de que el fenómeno se mantenía en mar abierto.
“La destroza que hizo no la esperábamos, porque el huracán iba mar abierto, pero el oleaje estuvo muy fuerte y subió tanto el agua que tumbó la palapa, se dañó la loza de concreto, el cimiento y la ramada, además de loza que usamos para preparar los mariscos”, explicó.
Asimismo, destacó que su negocio fundado en 1988, ya venía enfrentando una etapa difícil debido a la baja afluencia turística por la situación de inseguridad que enfrenta el estado desde el año pasado, lo cual ha provocado una disminución de visitantes, incluso en temporadas altas como Semana Santa y Carnaval.
“Ya veníamos batallando desde el año pasado y ahora con esto se nos complica más, ahorita estamos esperando que nos den los permisos para reconstruir, ojalá las autoridades tengan compasión con nosotros”, expresó.
El restaurantero señaló que entre los afectados también se encuentran sus empleados, quienes dependen del trabajo diario para sostener a sus familias y aunque se ha escuchado el rumor de que podría haber apoyos económicos, aún no hay nada confirmado.
Por el momento, los trabajadores de palapas en la zona continúan evaluando los daños y a la espera de una respuesta por parte de las autoridades ambientales y municipales para poder reconstruir sus negocios y reactivar la economía local.