No Acepta Hablar de “Corrupción”, Pero Admite Que le han “Querido Llegar al Precio”

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No Acepta Hablar de “Corrupción”, Pero Admite Que le han
“Querido Llegar al Precio”

*Entrevista con Paul Galindo Maldonado
*Más de 120 permisos rechazados

No quiere hablar de corrupción en la Dirección de Planeación, pero ya quisieron
“llegarle al precio”. Se trata de una entrevista con el titular de esta dependencia del
gobierno de Mazatlán, arquitecto Paul Galindo Maldonado, quien no se arrepiente
de estar en el cargo desde hace dos meses; de aceptar críticas e incomprensiones
de algunas personas y rechazar más de 120 permisos de grandes y pequeñas
construcciones por adolecer de fallas y por quererse pasarse de listos los
responsables de esas obras.

Acepta venir de la academia y no haber tenido cargo público o de político antes,
pero eso no obsta para que las cosas no se hagan bien, apegados a la legalidad y
sin la corrupción a la que muchos están acostumbrados.

En la entrevista de entrada dice que hay colaboración con otras dependencias,
como el IMPLAM, que antes no se daba y que llegó para realmente “planear” y
hacer valer el marco normativo de la construcción y apegarse al plan municipal de
desarrollo urbano. Dijo que habrá de aplicar las reglas a rajatabla para tener un
crecimiento ordenado de la ciudad.

Aceptó que le preocupan las torres en la Zona Dorada por las erosiones del mar y
las que están en el Malecón por estar “encima de la calle” con problemas de la
movilidad social, tanto vehicular como peatonal; las unidades motoras haciendo
fila y obstruyendo el tránsito vial y los peatones caminando por espacios
reducidos. El problema no es construir torres, sino que “no sean invasivas para la
ciudad o los vecinos, que no se tengan las restricciones necesarias” subrayó.

El problema no es construir fraccionamientos al norte de la ciudad, sino el tener
los servicios públicos necesarios como el agua, drenaje y la energía eléctrica,
entre otros. Explica que al menos 14 desarrollos habitacionales y dos industriales
fueron frenados por no tenerse una planificación e infraestructura de servicios.

Galindo Maldonado agrega que no se trata de obstaculizar el crecimiento de la
ciudad, sino de ordenarlo; hacer la ciudad sustentable y armónica; el “boom”
inmobiliario y la construcción no se detiene porque es economía, pero también
debe ser bienestar social. Simplemente “hay que respetar las reglas del juego y el
marco normativo”, reitera el funcionario.

Más adelante, Paul Galindo confesó que no es político ni buscó ingresar al
gobierno; “soy arquitecto y estoy dedicado a la academia, fui catedrático”, pero por
invitación a hacer las “cosas bien”, ahora está de director de Planeación desde
hace dos meses y que no se arrepiente, pese a presiones y malestar de algunos.

Al alcalde Edgar Augusto González le gustó mi perfil; no lo conocía antes, pero
alguien le habló de mí, pero sin ningún compromiso más que mi trabajo y
profesión; no conozco al gobernador y tampoco soy su recomendado, señaló.

Luego, en la pregunta directa Galindo Maldonado dijo que encontró muchas
construcciones, más de 120, sin permisos o con otras irregularidades; obras,
pequeñas y muy grandes, que se detuvieron y que hoy un 80 por ciento ya se
regularizó y un 20 por ciento están suspendidas o clausuradas. En esta parte no
quiso hablar de corrupción, pero hay una cadena de mandos, incluso 14
inspectores de campo, que deben ser los “ojos de la Dirección de Planeación”.

Más claro: “No me atrevo a hablar de corrupción en esos permisos porque no
consta, pero una gran cantidad de obras de construcción sin permisos, que han
sido suspendidas y hasta que no se regularicen, se da el visto bueno”.
Finalmente a la pregunta, el funcionario aceptó que le han querido llegar al precio
y que su respuesta ha sido que usen ese recurso para estar en la normatividad,
que no es difícil. Afirma que no llegó a “cortar cabezas, sino a poner orden en la
planeación y crecimiento de la ciudad”.