«En México no recomendamos el uso de pruebas rápidas, como no lo hacen la mayoría de los países europeos o Estados Unidos o Canadá. Tampoco la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el uso de pruebas rápidas para el diagnóstico de COVID”, dijo López-Gatell.
A través de un video que compartió en redes sociales, el subsecretario de Salud indicó que para el diagnóstico del nuevo coronavirus existen dos tipos de pruebas de laboratorio que son relevantes.
«Por un lado están las que se llaman pruebas moleculares, estas pruebas detectan el material genético del virus y lo que permiten identificar es a una persona que en ese momentos tiene la infección por el virus causante de COVID”, señaló.
Indicó que estas pruebas generalmente tiene un tiempo de procesamiento que puede ir desde 40 minutos hasta seis horas, pero que estas no son a las que se les llama pruebas rápidas.
«El otro grupo de pruebas no detectan el virus de manera directa, lo que detectan es la respuesta del organismo ante la infección por el virus, concretamente detectan los anticuerpos, las defensas que el organismo humano produce en respuesta a la infección por el virus”, dijo.
Detalló que en estas pruebas, los resultados pueden tardar días.
Indicó que la interpretación de estas pruebas, que se llaman también serológicas, es que una persona, posiblemente 10 o más días atrás, tuvo exposición al virus.
Señaló que existen dos tipos de categorías de pruebas. Unas son, las que ya detalló, “las pruebas que se hacen en un laboratorio con técnicas estructuradas, equipo sofisticado y personal especializado”.
«Y las llamadas pruebas rápidas, un sinónimo de pruebas rápidas es tiras reactivas, por qué razón, porque son unos dispositivos de plástico portátiles desechables, que adentro tienen una tirita de un material de tela absorbente en la que están las sustancias químicas necesarias para detectar los anticuerpos”, explicó.
Señaló que la razón por la cual en ningún país del mundo se ha recomendado el uso de pruebas rápidas, es porque son de muy baja capacidad diagnóstica.
«Hay dos propiedades importantes en una prueba diagnóstica, la capacidad de detectar correctamente a quién verdaderamente tuvo infección y la capacidad de descartar correctamente a quien verdaderamente no tuvo exposición al virus.
«Estas dos propiedades deseablemente tienen que ser mayores al 80 por ciento. Las pruebas rápidas difícilmente llegan a 50 por ciento, con 50 por ciento de probabilidad quiere decir que es como si tiráramos una moneda al aire, como si fuera un volado, y por lo tanto son pruebas poco útiles que pueden confundir dando un resultado falsamente positivo o falsamente negativo”, concluyó.
Información de López-Dóriga Digital