– Invaden los tianguis vestimentas, imágenes, adornos y flores con motivos guadalupanos.
– La Juárez gana el jalón de la oferta multicolor.
Como siempre es la colonia Juárez y su sector comercial los que se adelantan en la oferta de los productos que requiere la imaginaria popular; desde hace algunos días en sus calles, sobretodo las aledañas al mercado Hidalgo lucen pletóricas de productos relacionados con la fiesta guadalupana.
Vestidos, calzones, pantalones, camisas y camisolas de manta, pequeños rebosos, sombreros y jaulillas; así como ramos de flores artificiales y multicolores se ofertan.
Laura Padilla, vecina que viene desde la colonia Urias a asentarse en los alrededores nos atiende en su puesto y de manera generosa y cordial comparte con nosotros precios y experiencias.
Los ramos de flores de papel en arco, herradura y tira; teñidos con pigmentos y encerados a mano; cuestan, de acuerdo a la extensión, de treinta hasta los ochenta pesos.
Se empiezan a elaborar en su casa, poco a poco en lo que llama “ratos muertos” después de Semana Santa, para no andar con las prisas.
No es el gran negocio, máxime que ahora muchos de sus antiguos clientes prefieren comprar las rosas y ramos de plástico de procedencia china que se ofertan en negocios de la calle 13 de Abril.
Adquieren mucho las imágenes de la Morenita del Tepeyac abrazando al desaparecido Juan Pablo II, esas van desde los cien hasta los trescientos pesos y se venden sin regateo.
En la misma acera, bajo las banquetas del mercado se ofrecen las vestimentas; son sencillas con escasos listones; los hay de manta cruda que es la más barata y también de manta lavada, esa que no se encoge.
Son las flores y coronas las que se venden primero, las vestimentas las adquieren al último y, existen personas, que prefieren adquirirlas en la misma tarde o tarde noche del día de la Virgen de Guadalupe aprovechando que las marchantas las ofrecen a precios castigados con tal de no llevárselas a casa.
La Juárez sigue siendo la Juárez y aquí se encuentra lo que busque, antes de que llegue al Centro. ¡Con decirle que ya hay Santos Closs y uno que otro Rey esperando maliciosos en los estantes la salida de los productos guadalupanos!.
