La ciudad recibió hoy una joya vinícola que rompe con todo lo convencional: Mother, un vino natural, artesanal y profundamente auténtico, llegó para cautivar a los paladares más intrépidos en Bruma Bar.
Un vino que no busca complacer, sino ser fiel a su esencia
Mother es un vino orgánico, elaborado en la región de Inez Valley, California, bajo un proceso completamente artesanal y ancestral. Se compone de una mezcla única de 75% Grenache Blanc, 20% Riesling y 5% Semillon, variedades que se unen para dar vida a una experiencia sensorial distinta.
Lo que primero llama la atención es su tono naranja, resultado de un procedimiento tradicional conocido como maceración prolongada. En este método, las uvas no sólo son estrujadas, sino que se dejan fermentar en contacto con sus pieles, lo cual es inusual en los vinos blancos. Este contacto prolongado le aporta características muy particulares, tanto en color como en cuerpo y textura.
Un vino turbio, libre y rústico
A diferencia de los vinos comerciales, Mother no es filtrado, lo que le da una turbidez visible en copa, reflejo de su proceso natural. Esta falta de filtración permite que el vino conserve partículas, sulfitos naturales y una complejidad aromática mucho más viva.
Además, Mother posee una tanicidad notable —una característica rara en vinos blancos— que proviene del ollejo (piel de la uva). La tanicidad, común en los vinos tintos, aporta a este vino una sensación táctil intensa y un perfil robusto, ideal para quienes buscan sabores más atrevidos y auténticos.
Un vino para espíritus libres
Mother no es un vino pensado para todos los gustos.
Es un vino salvaje, libre y honesto, creado para quienes buscan algo más que perfección: buscan carácter, historia y verdad en cada sorbo. Su personalidad rústica lo hace inolvidable para quienes se atreven a probarlo.
Su filosofía es clara: no complacer, sino ser fiel a sí mismo.
Disponibilidad exclusiva en Mazatlán
Actualmente, Mother se puede encontrar en Bruma Bar, uno de los espacios más reconocidos por su propuesta de vinos naturales y experiencias sensoriales en Mazatlán.
Esta es una oportunidad única para descubrir un vino que no se comercializa de manera masiva y que representa una conexión viva con los métodos ancestrales de vinificación.
Conclusión
En un mundo donde los vinos buscan agradar a todos, Mother se planta como un acto de rebeldía: un vino que respeta la tierra, la uva y el tiempo.
Una experiencia para quienes entienden que lo imperfecto también puede ser profundamente hermoso.