Comer a un ritmo más despacio y sin distracciones externas permite ser más conscientes de las señales y sensaciones del cuerpo.
La relación que mantienen las personas con los alimentos debería ser una parte fundamental de su día a día. No sólo como una forma de nutrirse, sino de prestar atención a su relación con las demás personas, el medioambiente y uno mismo. Esto se logra a través de Mindful Eating.
La también llamada Alimentación Consciente busca que la gente sea más responsable de sus pensamientos, sentimientos y motivaciones. Es decir, no se trata de llevar a cabo ningún tipo de dieta, si no de la forma en cómo nos alimentamos cotidianamente.
Cada vez más investigaciones sugieren que las distracciones impiden que una persona disfrute la comida. El uso del smartphones y otros dispositivos electrónicos no permiten poner atención en los sabores, texturas y sensaciones que provocan los alimentos.
Además, el acelerado ritmo de vida actual incide en la velocidad a la cual comemos y el cuerpo tarda en enviar una señal de saciedad, aproximadamente, 20 minutos después que el cerebro. Debido a ello, con frecuencia la gente come en exceso.
Por esta razón, el Mindful Eating está ganando mayor importancia. “Como digieres la vida, digieres los alimentos. La meditación digestiva, mediante respiraciones profundas y conscientes (…) nos ayuda a conectar con todo el cuerpo incluyendo la digestión”, aseguró Sofia Gil, Emotional Eating & Healt Coach, a través de un comunicado de Activa.
El objetivo de esta corriente es volver a prácticas de alimentación consciente para hacerle caso a las señales del cuerpo y lograr conectar la salud digestiva con el bienestar emocional.
Principios del Mindful Eating
The Center for Mindful Eating sostiene que comer con atención plena significa:
- Permitir darte cuenta de las oportunidades positivas y nutritivas que están disponibles a través de la selección y preparación de alimentos, respetando tu sabiduría interna.
- Utilizar todos tus sentidos para elegir alimentos que son tanto placenteros para ti como nutritivos para tu cuerpo.
- Reconocer las respuestas a los alimentos (si te son agradables, desagradables o neutros) sin juicios.
- Volverte consciente de tu hambre física y de las señales de saciedad para guiar tus decisiones de comenzar a y parar de comer.