Aunque podía hacerlo, México decide jugar sin público sus próximos dos partidos por la eliminatoria mundialista rumbo a Qatar 2022 mientras pone a prueba nuevas medidas para poner fin a los gritos homofóbicos.
CIUDAD DE MÉXICO —
Aunque podía hacerlo, México decidió jugar sin público sus próximos dos partidos por la eliminatoria mundialista rumbo a Qatar 2022 mientras pone a prueba nuevas medidas para poner fin a los gritos homofóbicos en los encuentros de la selección nacional, anunció el lunes Yon de Luisa, presidente de la Federación Mexicana de Fútbol.
En noviembre pasado, la FIFA castigó a los mexicanos con dos partidos sin público luego de los gritos de los aficionados contra el portero rival considerados homofóbicos en partidos de la eliminatoria ante Canadá y Honduras, realizados el año pasado.
La Federación Mexicana apeló ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) y de Luisa dijo que el organismo aceptó su petición dejando sin efecto, al menos por ahora, las sanciones decretadas por la FIFA.
Eso permitía a México tener espectadores para los partidos ante Costa Rica y Panamá que se realizarán el 30 de enero y 2 de febrero, respectivamente, pero no ocurrirá así.
El dirigente del fútbol local dijo que en esos partidos pondrán en práctica nuevas medidas de acceso al estadio con las que esperan terminar con los gritos homofóbicos. Como parte del ensayo, un par de grupos controlados de unas 2.000 personas ingresarán al estadio, entre las cuales habrá familiares o empleados de la federación.
De Luisa dijo que a partir de ahora los aficionados que compren un boleto deberán registrarlo con sus datos personales y a la entrada al estadio se les pedirá un código QR y una identificación. Además, se contará con más elementos de seguridad que expulsarán a quienes lancen el grito y esos aficionados no podrán acceder a juegos de México durante cinco años.
“No podemos tolerar actos discriminatorios, no podemos jugar con estados vacíos. Invitamos a nuestra afición a adoptar estas medidas”, dijo De Luisa en una rueda de prensa. “No es una medida diseñada para evitar la reventa, pero sin duda tendrá un efecto en eso porque ahora los aficionados, aunque tengan boleto, deberán de haberse registrado para poder entrar”, señaló.
La intención de la Federación Mexicana de Fútbol es que las nuevas medidas se apliquen para todos los aficionados a partir del encuentro ante Estados Unidos, programado para el 24 de marzo.
El grito considerado homofóbico surgió en 2003 en un torneo preolímpico realizado en Guadalajara previo a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, pero se viralizó en el Mundial de Brasil 2014 y desde entonces le ha costado más de una decena de castigos a la Federación Mexicana a pesar de que se han lanzando campañas en las que pide a la gente que cese de proferirlo.