ELIO EDGARDO MILLÁN VALDEZ.
Mientras el crecimiento mundial se ralentiza –decrece- y las bolsas de valores de referencia caen ante el temor por los efectos de la guerra comercial entre Washington y Pekín, crece también la duda de hasta cuándo durará la expansión económica estadounidense, la más larga de su historia tras sumar 120 meses de crecimiento.
Dentro y fuera de este país los analistas afirman que EE. UU. se precipitará en na recesión parecida a la que ocurrió en el 2008, y pareciera que tienen razón pues este miércoles, el índice Dow Jones de Wall Street cayó un 3,05%, el índice Standard & Poor’s 2,93% y el Nasdaq retrocedió un 3,02%. Podríamos decir que fue el mayor descenso registrado en lo que va de año.
Pero también otros economistas afirman lo contrario con datos duros, trayendo a la mesa de discusión tres aspectos.
1. Desempleo muy bajo, mínimo.
La caída de la tasa de desempleo es uno de los primeros factores que permiten avizorar la llegada de una recesión. Mas en estos momentos la tasa de desempleo en EE.UU. se sitúa en el 3,7%, lo que la coloca en su nivel más bajo en casi 50 años, y además muestra una tendencia descendente.
Según un análisis del Instituto Brookings, cuando existe prácticamente pleno empleo – como ha ocurrido a lo largo de la historia- existe menos de un 10% de probabilidades de que ocurra una recesión durante los doce meses posteriores.
2.-Consumidores confiados y activos
Una economía como la estadounidense depende en gran medida de la actitud de los consumidores. Si la gente deja de gastar, es muy difícil que su PIB crezca, pues cuando el gasto se reduce mucho es porque probablemente ya hay una recesión en marcha.
Las ventas al por menor en Estados Unidos siguen creciendo y según cifras del Departamento de Comercio de EE.UU., las ventas al por menor crecieron el pasado julio un 0,7%, sumando así un crecimiento de 3,4% interanual.
3. La Reserva Federal y las tasas de interés
En el otoño de 2007 empezó la llamada «gran recesión», derivada de la burbuja inmobiliaria, las tasas de interés fijadas por la Reserva Federal (FED) se encontraban en 5,25%. 15 meses más tarde, en diciembre de 2008, esa tasa había sido reducida por primera vez en la historia a 0%, como parte de un intento del banco central estadounidense de estimular la economía.
La Reserva Federal mantuvo ese tipo de interés hasta finales de 2015, cuando comenzó a subirlos progresivamente hasta llevarlos al 2,5% en diciembre de 2018. El pasado mes, y en lo que se considera como una jugada preventiva, la FED decidió bajar los intereses nuevamente apenas un cuarto de punto para colocarlos en 2,25%, mientras las tasas de interés en la Unión Europea son del 0%. Si esto es así, los estadunidenses tienen un colchón para aterrizar menos violentamente si se ven “infectados” por la recesión que recorre, o mejor dicho: que recorrerá el mundo.
MEXICO Y LA POSIBLE SALUD NORTEAMERICANA.
Sí ocurriera este milagro económico en EE. UU., Mexico podría librarse de la recesión, pues el 80% de sus exportaciones son vendidas al gigante norteamericano. Si así fuera el pingüe 0.1% del crecimiento de su PIB podría aumentar del 1 al 2 por ciento a finales del 2019 y quizá mantenerse para el 2020, aunque cabe también la posibilidad de que México entre en recesión, porque nuestra economía no crece al ritmo de aquélla, que ahora girará en torno al l 2 y 3%. Pero esta parte tan compleja la veremos el lunes… Amable lector no se pierda el siguiente capítulo.
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Los datos fueron recabados de la BBC de Londres y del periódico español El país.