A pesar de que el dato es positivo – refieren al 0.1-, la mayoría de analistas ve muy complicado que el crecimiento supere este año el 1%. El Fondo Monetario Internacional, por ejemplo, situó hace pocos días su estimación de crecimiento para 2019 en el 0,9%. Muy lejos al 4% que pronosticó López Obrador, pero también lejos del 2% que acaba de de presumir.
La hipótesis planteada en el artículo anterior fue que Norteamérica no entraría en crisis aún y pesar de la estripitosa caída de sus bolsas valores la semana pasada. A partir de este supuesto se afirmó que México podría crecer entre uno y dos por ciento este 2019 y prolongar este crecimiento el 2020. Este “milagro económico” sería propiciado, dicho genéricamente, por nuestro socio comercial, del cual somos en estos meses el primer exportador en tanto persista la guerra comercial con China.
Pero esta hipótesis está recubierta por luces y sombras. Sus sombras: “El Fondo Monetario Internacional (FMI), afirmó que se espera que el producto interno bruto (PIB) de EEUU crezca 2,6 por ciento este año, antes de bajar a 1,9 por ciento en 2020. La estimación consideró que esto podría ocurrir si los aranceles ya establecidos que ha propinado nuestro socio a China y a la Unión Europea, Rusia y otros país, etc; pero si Estados Unidos impone aranceles adicionales con los que ha amenazado a varios países, la proyección de crecimiento de su PIB podría reducirse.
Dicho de otro modo: EEUU también podría entrar en recesión castigando y castigándose con los obuses arancelarios y entonces… Y esto es factible porque Estados Unidos tendrá elecciones en el 2020, y Donald Trump apostará para conseguir ese propósito a poner en operación todas las triquiñuelas habidas y por haber la reelegirse, porque sí hay locos que comen lumbre. Aunque estás y otras posibilidades están en la mesa de probabilidades. Y entonces y sólo entonces México de las vería negras, dicho esto sin albur.
MEXICO Y ESTADOS UNIDOS.
Hasta ahora el motor que mantenido al margen de la recesión México ha sido nuestro vecino del norte. A pesar de ello, la economía mexicana “repuntó” apenas un 0.1% entre abril y junio, según datos preliminares publicados el pasado miércoles por INEGI, tras contraerse el trimestre anterior, evitando casi simbólicamente una “recesión técnica” que habría significado un duro revés para el presidente Andrés Manuel López Obrador. (Noticias Principales. Sharay Angulo. 01/08/2019)
Este crecimiento fue gracias a las exportaciones manufactureras que son el componente más dinámico del PIB este 2019, dijo el economista Luis de la Calle, un exfuncionario mexicano de comercio, pues éstas arrastraron a la minería, la construcción y la generación de energía y en los primeros cinco meses de 2019. El sector que contrarrestó´- repito- la tendencia a una caída fue el sector manufacturero orientado a la exportación, que avanzó un 1.0% en términos reales (Id).
Si las sombras se disiparan y las luces brillaran, tendría la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que rebajó el pasado jueves su perspectiva de crecimiento para México en 2019 hasta 1.6%, 4 décimas porcentuales menos que el 2% previsto por esta organización. El informe de la OCDE señaló que «la inversión permanece débil por la incertidumbre política tanto interna como externa» y que «el descenso de la producción petrolera sigue siendo un lastre para la economía y los ingresos fiscales» del gobierno.
PERO TAMBIÉN EL GOBIERNO MEXICANO DEBE HACER LOS SUYO.
Pero en el supuesto que Trump y la instituciones norteamerinas no quisieran quemarse en su propio fuego, México podría salvarse de la recesión teniendo como sostén al mercado norteamericano. Pero este “espaldarazo” no sería suficiente, la otra parte tendría que hacerla el gobierno de López Obrador. Primero acabando por la polarización, porque carece de una oposición fuerte que lo conduzca a ello; debe ponerle fin a la incertidumbre que su gobierno ha propiciado con permanentes ocurrencias y descalificaciones a los inversionistas. Además de abandonar Santa Lucía y volver a poner en pie el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, creo esta rectificación abriría las puestas a la inversión, modificar su estrategia energética y trabajar para relanzar al turismo que carece de promoción, porque su presupuesto ha pasado a la construcción del Maya y así por el estilo…
Si Trump no se desborda y ALMO rectifica seguramente que tendremos bajo crecimiento, pero no habrá recesión en Mexico. Si ocurre lo contrario que Dios nos coja confesados.