La SRE informó en un comunicado que la presencia de los elementos de seguridad y del personal de servicios de inteligencia ocurrió a partir de la llegada a México de Evo Morales.
La Secretaría de Relaciones Exteriores expresó su preocupación por la presencia excesiva de personal de servicios de inteligencia y de seguridad que vigilan tanto la residencia como la embajada de México en Bolivia.
A través de un comunicado, la cancillería mexicana refirió que la presencia del personal de seguridad ocurrió desde el 11 de noviembre, tras la deposición de Evo Morales como presidente y su posterior traslado a territorio nacional en su calidad de asilado político.
Frente a ello, el gobierno de México llamó a las partes que integran al Estado Plurinacional de Bolivia a respetar y cubrir cabalmente sus obligaciones de acuerdo con la Convención de Viena, sobre relaciones diplomáticas, que prevé la inviolabilidad y seguridad que debe prevalecer en las representaciones diplomáticas.
La cancillería recordó que dichas obligaciones se establecen con claridad en el artículo 22 de la Convención que detalla que “los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en ellos sin consentimiento del jefe de la misión” además de que tienen la obligación de “adoptar todas las medidas adecuadas para proteger los locales de la misión contra toda intrusión o daño y evitar que se turbe la tranquilidad de la misión o se atente contra su dignidad”.
Asimismo recuerda que los locales de la misión, su mobiliario y demás bienes situados en ellos, así como los medios de transporte de la misión, no podrán ser objeto de ningún registro, requisa, embargo o medida de ejecución.
En este sentido, México refirió que confía en que se respetarán la inviolabilidad de los inmuebles diplomáticos y se llevarán a cabo las medidas correspondientes para garantizar el resguardo y la protección de la integridad física del edificio de la misión diplomática tanto interior como exterior, así como de los agentes acreditados, en cumplimiento a los compromisos internacionales de los que forma parte.
Fuente: Milenio
