Este incidente, equivale a aproximadamente 365 barriles de petróleo, ha despertado la atención de organizaciones de la sociedad civil y grupos medioambientales.
El derrame se produjo en la zona de Campeche, una región ya conocida y explotada por Pemex, aunque los especialistas de la compañía reportaron inicialmente que el volumen afectado era de 58 metros cuadrados, afectando un área estimada de 0,06 kilómetros cuadrados, las imágenes satelitales estudiadas por el geógrafo Guillermo Tamburini sugieren que la mancha de petróleo abarca alrededor de 400 kilómetros cuadrados.
Ante esto en los informes, las organizaciones de la sociedad civil y medioambientales han solicitado a Pemex que haga públicos sus datos y despeje las dudas surgidas en torno al derrame, consideran que la transparencia y la información precisa son fundamentales para evaluar adecuadamente el impacto ambiental y buscar soluciones efectivas.
Las consecuencias ambientales de un derrame de esta magnitud podrían ser devastadoras para la vida marina y los ecosistemas costeros, además, podría tener impactos significativos en la pesca.