*Oro, plata y monedas antiguas
*Como deporte, “hobby” y “anti-estress”
María del Carmen Morales, a sus 50 años, además de ama de casa y vendedora de frutas preparadas en la calle, es la única mujer “buscadora de tesoros” en las playas de Mazatlán y zonas rurales cercanas al puerto.
En la entrevista, Carmen refleja carisma, seguridad en su “hobby” y dice con orgullo que es la única mujer en Mazatlán que busca tesoros; “tengo 10 años con este deporte, que además me desestresa de las cosas cotidianas”.
Afirma que muchas de las cosas que ha encontrado en su búsqueda, como anillos de oro antiguos y de gran valor, le han sacado de apuros. Incluso, habla de uno de ellos con 27.4 gramos de oro de 18 kilates y una figura de león que lo vendió a un americano en 16 mil 500 pesos. También ha sacado de la arena cadenas, medallas y pulseras de plata, pero también cientos de corcholatas y clavos que recoge para que no se lastimen las personas, en especial los niños.
En la amplia entrevista comenta también que en la zona rural, por ejepolo en el rancho San Pablo, ha encontrado reliquias, monedas antiguas desde 1865 y hasta “riales” y casquillos y balas de viejos rifles.
En las playas de Mazatlán encontró dos llaveros, uno con el chip de automóvil y otras de las puertas de una casa o departamento.
Doña Carmen, que ya es abuela, trae en sus manos varios anillos que ha encontrado en las playas. Dijo que lo último encontrado fue una cadena de plata y que en ocasiones hay personas que la ven rastreando objetos y le piden que les ayude a buscar el anillo de matrimonio o la cadena extraviada momentos antes.
Agrega que lo ha hecho y que al encontrar el objeto buscado con sus aparatos, dice que con un “gracias” es suficiente, aunque no faltan los aferrados y acepta la “recompensa”.
Indica que ha encontrado más de 8 celulares y tres carteras que ha entregado, luego de buscar a sus dueños. Afirma sentir bonito cuando ve el rostro de alegría de la gente recuperar el objeto extraviado.
Carmen apunta que en su “hobby” ha visto que la gente deja mucha basura en la playa, cuando se la puede llevar sin ningún problema y depositarla en el bote más cercano.
Apunta que a su “desestres” le dedica hasta dos veces por semana y un promedio de tres a cinco horas.
La mujer buscadora de tesoros dice que trae diversos aparatos y que dependiendo del metal es el sonido que se produce y el que “más le gusta oír es el sonido del oro” y suelta la carcajada.