*En infraestructura turística
*Restaurantes afectados
El mar de fondo, con sus marejadas de agua y arena, no sólo ha golpeado y
dañado alguna infraestructura en hoteles, restaurantes y casas particulares que
dan al mar, sino que la pérdidas económicas de momento son incalculables,
además que dejan sin empleo a numerosas familias.
Son parte de los resultados de los fenómenos naturales y, como dicen algunos
empleados, falta lo bueno de los huracanes y ciclones de octubre y noviembre.
Durante un recorrido por la zona de playa, Sinaloa en Línea.com pudo tomar estas
gráficas en donde negocios como Los Cocos, antes Los Mangos o Las Canoas, de
plano pusieron una barricada de sacos de arena y soldaron una placa de acero en
la puerta al mar, por donde los turistas salían a disfrutar más de cerca la playa.
En la torre condominal Las Gavias, de la Zona Dorada, la arena subió a la altura
de la cerradura de la puerta trasera con lo cual es imposible salir o entrar por esa
vía. Enseguida, en el restaurante El Capitano las marejadas dejaron toneladas de
arena y ahora el piso del restaurante quedó abajo. Allí se estima que la arena
subió metro y medio.
Más adelante, en un salón de eventos al aire libre, la escalera de madera quedó
hundida a casi dos metros sobre la arena y las olas brincaron el dique de concreto
y subieron hasta la plancha de baile donde quedó un cochinero, siendo limpiada
con pala por un empleado.
No se diga en la zona del Malecón donde las palapas-restaurante cada año sufren
pérdidas económicas por varios miles de pesos, como es el caso de la presidenta
de la Unión de Palaperos, Rosalba Gil, quien dice que año pasado una tormenta
se llevó la mitad del techo con daños estimados en casi cien mil pesos, dinero que
tiene que salir del bolsillo de los propios comerciantes ya que no hay apoyos de
gobierno para ese tipo de siniestros y desastres naturales. Otros palaperos han
sufrido con las tarimas de madera que funcionan como piso.
En otras áreas de playa, las olas del mar socavan cimientos con riesgos para las
edificaciones, como las instalaciones del Instituto de Limnología y Ciencias del
Mar de la UNAM, allá cerca de las faldas del Cerro del Crestón.
Autotidades municipales y federales llevan a cabo estudios sobre la erosión de la
arena en las distintas playas del puerto., desde la Isla de la Piedra hasta La
Escopama, por los rumbos de Oceánica.