El gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela anunció la donación de 10 millones de dólares a Indonesia ‘para atender la emergencia’ y en muestra de ‘la solidaridad humanista de la Revolución Bolivariana’
Venezuela anunció este miércoles la donación de 10 millones de dólares a Indonesia, tras el terremoto y posterior tsunami que dejaron más de mil 400 muertos el pasado viernes.
La contribución fue aprobada por el presidente Nicolás Maduro «para atender la emergencia» y es una muestra de «la solidaridad humanista de la Revolución Bolivariana», señaló el canciller Jorge Arreaza en Twitter.
La vicepresidenta Delcy Rodríguez, aseguró que los recursos proceden de un «Fondo de Solidaridad».
Pdte @NicolasMaduro ha aprobado del Fondo de Solidaridad la donación de diez millones de dólares a nuestra hermana Indonesia para atender a las víctimas del devastador terremoto y tsunami que causó miles de fallecidos y heridos en este país.
— Delcy Rodríguez (@DrodriguezVen) October 3, 2018
Luego del anuncio, el gobierno fue duramente criticado por opositores como el parlamentario José Guerra, quien sostuvo que «ningún presidente debe disponer de los recursos del país como si fueran su hacienda».
¿De dónde salió ese dinero? ¿De cuál partida del presupuesto si éste no se ha publicado?», cuestionó Guerra en Twitter.
La donación se produce en medio de la grave crisis económica que soporta Venezuela, con escasez de alimentos y medicinas y una inflación que puede llegar a 1.000.000% este año, según el FMI.
De acuerdo con la ONU, 1,9 millones de personas se han ido del país petrolero desde 2015 por la debacle, principalmente hacia países vecinos.
El gobierno de Maduro niega, sin embargo, que en Venezuela haya una crisis migratoria o humanitaria, como sostienen varios gobiernos de la región.
El terremoto de magnitud 7,5 y posterior tsunami dejaron mil 407 fallecidos, según el más reciente balance oficial.
De acuerdo con la oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), cerca de 200 mil personas necesitan ayuda humanitaria urgentemente a raíz del desastre, que destruyó unas 66 mil viviendas.
Información de: Excélsior