“Sobre estas afirmaciones que él hace, él ha señalado cuatro testigos, ha entregado recibos y un video. A partir de este momento la FGR ha abierto la carpeta de investigación correspondiente y vamos a empezar a realizar todas las diligencias”, indicó.
En primer lugar, continuó el titular de la FGR, “las ratificaciones; después, la presencia de los testigos; el análisis pericial de cada uno de los recibos y del video y, en el caso de que sea procedente, a las personas que él imputa las llamaremos a declarar”.
El Fiscal cerró su presentación de esta tarde de viernes con la afirmación de que, si existe más información sobre el tema, la dará a conocer puntualmente.
Lozoya, el primer exfuncionario mexicano en declarar por el caso de Odebrecht, ha sacudido la política mexicana tras su extradición de España el 17 de julio.
El Presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha pedido tratarlo como testigo “protegido” o “colaborador” para que revele los nombres y el monto de los políticos que recibieron sobornos, en particular de aquellos involucrados en la aprobación de la Reforma Energética.
El mandatario reiteró este mismo martes en la mañana que el caso de Lozoya es emblemático del “narco-Estado” que vivía México en los gobiernos pasados.
“Entonces, ofrezco disculpa a los conservadores si se enojan, además, les diría, ¿qué quieren?, ¿que yo me quede callado?”, expresó.
Emilio Lozoya salió el pasado 1 de agosto del hospital de Ciudad de México al que ingresó dos semanas antes con anemia tras ser extraditado al estar acusado de corrupción.
El que fue director de Petróleos Mexicanos (Pemex) entre 2012 y 2016, durante la Presidencia de Enrique Peña Nieto, fue dado de alta de madrugada del Hospital Ángeles Pedregal, un centro médico privado ubicado en una zona acomodada del sur de la capital mexicana.
Al llegar a México el pasado 17 de julio, Lozoya fue trasladado directamente al hospital con anemia y síndrome de Barrett, una complicación en el esófago, en lugar de a la cárcel.
El exjefe de la endeudada Pemex compareció el martes 28 y miércoles 29 de julio a través de videollamada desde el hospital en las audiencias de control sobre el caso Odebrecht y la compraventa irregular de una planta de fertilizantes, casos por los que fue extraditado.
Lozoya está acusado de haber recibido 10.5 millones de dólares en sobornos de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de obras públicas en los estados de Hidalgo, Tamaulipas y Veracruz.
También está acusado de comprar la planta inservible de fertilizantes Agronitrogenados al director de Altos Hornos de México, Alonso Ancira, a cambio de un soborno con el que se compró una lujosa casa en la capital.
Los jueces de control de ambas audiencias decidieron dejar a Lozoya en libertad condicional, con la prohibición de salir del país, la obligación de presentarse ante el Reclusorio Norte de la capital dos veces al mes y controlado con un brazalete electrónico.
Y es que la Fiscalía no pidió prisión preventiva puesto que llegó a un acuerdo para que el exdirector de Pemex, huido el año pasado y capturado en febrero en España, revele datos de la corrupción en el Gobierno de Peña Nieto (2012-2018) a cambio de un trato judicial amable.
Información por EFE